El Xeneize disputó tres veces esa competencia y siempre se fue derrotado. Este jueves enfrenta a Rosario Central.
La Supercopa Argentina se volvió un objetivo clave para Boca y no solo porque represente un título más. La consagración le daría algo de respaldo a Gustavo Alfaro en su primer encuentro decisivo, algo que al Xeneize le costó mucho en los últimos tiempos, le permitiría festejar después de la caída en Madrid y además rompería una increíble racha negativa.
El club de La Ribera disputó tres veces esa competencia y en todas las oportunidades se fue derrotado. La primera fue quizá la menos dolorosa: el 7 de noviembre de 2012, frente a Arsenal, en Catamarca. El equipo que por entonces dirigía Julio César Falcioni llegaba al certamen por haber ganado la Copa Argentina y después del empate sin goles perdió 4-3 en los penales.
El 10 de febrero de 2016 el rival fue San Lorenzo, en Córdoba. El conjunto de Rodolfo Arruabarrena había obtenido el campeonato y la Copa Argentina, y enfrentó al escolta del torneo local. El 4-0 del Ciclón significó un golpe durísimo. Especialmente para el Vasco, que menos de un mes más tarde dejó su cargo.
El último registro fue el 14 de marzo del año pasado, con la caída 2-0 frente a River en Mendoza. La consagración en la Superliga 2016/17 le había dado el derecho a los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto a definir el título contra el eterno rival. La Supercopa Argentina tomó una especial importancia por tratarse de un Superclásico y el Xeneize volvió a quedar en deuda.