La modelo encontró en la filosofía budista la calma que buscaba, luego de una triste separación.
Su relación amorosa con Matías Masera no terminó bien. Muy triste, a fines de septiembre del año pasado, Ivana Nadal (28) le contaba a la revista Pronto que se había separado del joven en malos términos. "Llevarse una decepción de alguien a quien le diste tanto amor, duele", supo confesar.
Para aliviar su angustia, la modelo se refugió en el budismo. Para aprender más sobre esta práctica oriental que le dio la paz que tanto buscaba, la actriz viajó a Japón. Allí, recorrió varios templos budistas y se empapó de esta filosofía de vida.
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