La modelo contó con lujos de detalles sobre un amorío con un millonario.
La pregunta de Andy Kusnetzoff invitaba a que alguno de los invitados de PH: Podemos Hablar contara alguna anécdota jugosa, y Luciana Salazar cumplió con el objetivo. "Que den un paso al frente aquellos que hayan vivido un romance secreto", expresó el conductor, y en ese momento la rubia fue la única que avanzó con seguridad.
"Los nombres no te los voy a decir, a mi me gusta mantener el secreto", comenzó diciendo, pero Andy quería consultarle sobre una anécdota en particular. "Me llegó el dato de que vos querías patinar sobre hielo y él mandó a congelar un lago", apuntó el conductor. "A mi me contó que esta persona la hizo sentir una reina", alentó el Coco Sily, otro de los invitados y amigo de la modelo, dándole pie a Luciana para que amplíe su relato.
"No, no es tan así, no soy tan caprichosa. Él me dijo que tenía un lago que se solía congelar en invierno, porque estábamos en Aspen", relató la rubia. "Es un hombre al que le gusta agasajar a la mujer, no le tenés que pedir nada porque está en todos los detalles. Me preguntó si me gustaba patinar sobre hielo y le dije que sí, entonces me dijo que si quería me hacía una pista. Obviamente que hubo que hacer todo un proceso porque era un lago, tenía máquinas para hacerlo. Me preparó los patines, diferentes talles para ver cuál me iba, le había puesto lucecitas alrededor", contó ante la mirada atónita del resto de los invitados. "Yo soy muy agradecida, yo agradezco".
La modelo explicó como fue que conoció a esta persona. "Nos veníamos conectando mucho por teléfono, pero la primera cita fue frustrada. Vino a mi casa con un despliegue de gente increíble, los porteros me preguntaron qué había pasado, ¡había custodios! Fuimos a cenar con él y una amiga, porque las citas a ciegas a mí no me van".
"Esa noche conmigo fue amoroso, pero tuvo mucho destrato con las otras personas porque era todo centrado en mí y no le daba bola a la camarera ni a nadie. No es que maltrataba, pero le hablaban y él no contestaba. Eso me cayó mal, más allá de que conmigo fue divino. Entonces me fui desilusionada", continuó contando. Sin embargo, él no se dio por vencido y siguió insistiendo. "El tipo la remó, me hablaba 8 horas por día".
Así fue cómo la invitó a pasar unos días en Aspen, Estados Unidos. Luciana, que estaba en Punta del Este, le dijo que no podía porque no tenía nada organizado. "Me dijo, 'No tenés que preparar nada, si querés venir te mando el avión y listo'". Enseguida el pretendiente coordinó para que viaje en un avión privado ella sola, y la esperó con un placard lleno de ropa para que tuviera que ponerse durante la estadía. "En el avión me esperaba un regalo muy lindo, una cartera", agregó.
"Tenés que hacerte la cabeza, porque no es siempre así", reflexionó Salazar, que aseguró que esto pasó hace mucho tiempo y que si bien hoy esta persona es muy reconocida, en ese entonces tenía un perfil muy bajo. "Él es así, le encanta que la mujer disfrute. Conmigo fue un once pero no era mi pareja".