La ciudad de Nueva York, la más grande de EE.UU., registra el primer descenso de población por primera vez en 10 años, según apuntan estimaciones del Gobierno estadounidense.
Las cifras indican que la migración internacional a Nueva York se redujo, mientras que la salida de residentes de la metrópolis aumentó, lo que ha llevado a una reducción del censo calculado tanto para 2017 como para 2018.
En concreto, los datos de la Oficina del Censo de EE.UU. señalan que para julio de 2018 residían en Nueva York 8,4 millones de personas, un descenso del 0,47 % en comparación con el mismo periodo del año anterior, según indicó la agencia EFE.
Además, aunque inicialmente se había calculado un incremento de 7.000 personas en 2017, una nueva estimación ha revelado que en 2017 se produjo una reducción de unas 38.000 personas, o un 0,45 % con respecto a 2016.
El Departamento de Planificación de la Ciudad de Nueva York apuntó que en concreto, hasta ahora la población se había visto impulsada por nuevos residentes jóvenes, que en la última década ha ido menguando.
Desde 2010 hasta 2018, el número de residentes de la metrópolis aumentó un 2,7 %, un ritmo de crecimiento que "no se puede mantener para siempre", dijo el jefe de demografía del Departamento, Joseph Salvo.
La migración neta, que refleja la suma de gente llegando y abandonando la ciudad, también se ha reducido en los últimos años, que en 2018 ha caído en unas 87.000 personas.
Sin embargo, representantes del Departamento de Planificación de Nueva York apuntaron que la mutación de las cifras puede deberse a un cambio en el sistema censal, y que probablemente los números son demasiado bajos si se tienen en cuenta la cantidad de nuevas viviendas que se han construido.
Otras importantes zonas de EE.UU. también han registrado un descenso, como el condado de Los Ángeles, que incluye la ciudad de Los Ángeles, Long Beach y Pasadena, que cayó un 0,1 % hasta los 10,1 millones de habitantes el año pasado.