La bailarina se prepara para sumarse a la nueva temporada de Showmatch. Mientras lo profesional le sonríe, la ex del cantante asegura estar soltera, tras haber sufrido mucho por amor.
Llegó para quedarse. Al menos así va llevando adelante su carrera la bella bailarina, que da pasitos firmes haciéndose camino al andar. Mientras espera poner el gancho para sumarse a la nueva temporada de Showmatch, Ana Izaguirre sueña con crecer en el medio, y cuenta: “En 2012, después del Soñando por bailar, entré como Chica Showmatch. Después hice gira con Fátima Flórez hasta que, en 2017, regresé nuevamente hasta el año pasado. Antes viajé a Italia para estudiar baile, salsa y hacer shows. Este año ojalá se dé que pueda estar nuevamente en el programa de Marcelo Tinelli. Para mí siempre es un placer formar parte de donde nací. Porque me vine de mi pueblo directamente para entrar en La Soñada, y fue un sueño que me ayudó a crecer. Me hice mujer ahí adentro. Aprendo un montón estando en esa pista. Soy muy feliz con ellos. De hecho, viví la primera experiencia de hacer temporada en Carlos Paz con la productora, y fue increíble”. Esta bomba, que confiesa estar soltera, ¡pide pista y va por más!
–¿Te gustaría estar en la pista como partenaire?
–Obviamente. Por ahí pasaron personas que admiro, como Laurita y Lourdes. Sé claramente que no tengo los estudios que tienen ellas, porque nací en otro lugar, donde no se podía estudiar así. Y de grande es más difícil llegar a ese nivel, pero me encantaría y daría lo mejor de mí. Toda mi vida hice teatro, y este año quiero intensificar eso, inclinarme también para ese lado, que me gusta y donde me siento cómoda.
–¿Sos consciente de que tenés uno de los mejores cuerpos del Bailando?
–Es plenamente genética. Sinceramente no hago nada para cuidarme, pero debería, porque llega una edad en la que hay que cuidarse. No voy al gimnasio, no hago dieta, y sé que es hora de que vaya. Dieta en bajas calorías no necesito, sino sana. Es importante la vida saludable.
–Los rulos son una marca registrada en tu imagen, ¿no?
–Sí, de chica renegué porque quería pelo lacio. Ahora ya me acostumbré, y con tanto lacio el pelo se va quemando. Trato de hacerle lo menos posible.
–¿Vivís sola?
–Sí, con mi perrita, que es como mi hija y sostén. Soy muy despelotada, pero dentro de mi desorden tengo un orden. Me gusta la limpieza, pero soy muy vaga.
–¿Cocinás mucho?
–Ahora me cocino, pero mucho tiempo viví del delivery. Me gusta y me desconecta cocinar. Es como una terapia. Amo cocinar cosas dulces porque es lo que me gusta y me puede.
–Con la exposición del Bailando te deben llegar muchos mensajes de hombres que quieren estar con vos.
–No sé si es medio tabú o a todas les pasa, pero a mí no me sucede en cuanto a los hombres. No tengo muchas propuestas. No sé si doy miedo. Soy amiguera y divertida, pero si no me conocen suelo dar hasta medio reacia. Siempre vuelvo a un viejo amor que está en Córdoba, pero abierta a conocer gente nueva. Me encantaría, pero no sucede. Es más fácil llegar a tener a alguien del ambiente porque es donde estamos y nos relacionamos, pero me gustaría que fuese de afuera, o que tuviera algo que ver con el medio, pero que no estemos en el mismo trabajo.
–¿Cómo tendrían que hacer para tener una cita con vos?
–Tienen que ser directos. Hoy en día los hombres son muy vuelteros, y en todo sentido me gusta que sean directos. Me gusta divertirme con la otra persona. Si me puedo reír y ser yo, para mí ya está todo y podemos ir a tomar mate a la plaza, a cenar o a cualquier lado. Soy muy simple y odio lo superficial. Que conquisten mi alma y me hagan divertirme. Que me escuche y se interese en mis cosas.
–¿Te mintieron mucho los hombres?
–Sí. Tuve muy malas experiencias en el amor. Hasta con personas que volví a elegir. Me fueron infieles muchas veces. Si hay algo que no tolero es la mentira. Prefiero la sinceridad. Tengo experiencias muy feas, me han fallado tremendamente.
–Tuviste una relación con Brian Lanzelotta. ¿El fue uno de los hombres que te mintieron y se fue con Mariana César?
–De él prefiero no hablar. Me quedó una sensación rara, escuché cosas horribles de él que quiero no creer, pero tengo miedo de encontrarme con respuestas que prefiero no escuchar, así que no quiero hablar de él ni de ella, su pareja. Cada vez se acercan más a mí, llaman a mi prensa, a fotógrafos y a gente que se relaciona conmigo, y cada vez quiero saber menos. Si lo pudiera borrar de mi vida lo haría ya, apretando un botón.