X
Locales

Quiénes fueron los soldados santiagueños identificados en el cementerio de Malvinas

Hasta el momento, 112 caídos fueron identificados en el cementerio de Darwin gracias a las muestras de ADN; tres de ellos nacidos Santiago del Estero.

02/04/2019

Pasó un nuevo año y el plan Proyecto Humanitario Malvinas parece entrar en su recta final. A los 90 soldados identificados hasta marzo de 2018 se le sumaron unas 22 revelaciones de identidades durante el último año. Ahora, sólo quedan diez cuerpos sin identificar.

Es decir, ya fueron reconocidos 112 cuerpos de soldados argentinos que murieron en la Guerra de Malvinas y que, hasta finales de 2017, yacían bajo una lápida con la inscripción "Soldado conocido sólo por Dios".



El portal Infobae reunió las 112 historias (ver aquí) de aquellos caídos entre abril y junio de 1982 que permanecieron durante más de tres décadas enterrados sin un nombre en su cruz.

Y, entre ellos, había tres soldados oriundos de Santiago del Estero. Conocé sus historias.

Mario Ramón Luna

Era uno de los tres soldados erróneamente localizado en la fosa común de cuatro caídos, después de la reforma de 2004 del Cementerio de Darwin. Su verdadera cruz era la D.B.2.4.

Nació el 10 de julio de 1963 en el paraje Pozo del Castaño, departamento Figueroa. Su padre nunca se hizo cargo, por lo que fue criado en soledad por su madre, Esther Luna. En el rancho donde vivía, ayudaba con la crianza de animales y el forraje. Apenas pudo aprender a leer y escribir.

Luna permaneció 36 días en las Islas Malvinas. Murió el viernes 28 de mayo de 1982 en Pradera del Ganso. Fue alcanzado por un disparo en la cabeza cuando intentaba refugiarse en una trinchera. Su misión era la de reabastecer de municiones a sus compañeros.

En la actualidad, la escuela Nº 417 de Santiago del Estero lleva su nombre.

Julio Saturnino Castillo

No podía ir a la guerra de Malvinas. Sufría un cuadro de ataques epilépticos que le impedían poder entrar en combate. Sin embargo, el hombre de 39 años se las rebuscó para acudir como voluntario.

Nacido en El Malacara, departamento General Taboada, se incorporó a la Armada como conscripto del cuerpo de Infantería. Padre de dos hijos, acudió a la guerra en su rol de suboficial segundo.

Durante su estadía en Malvinas, debió ser internado dos días por dos episodios epilépticos. Al recuperarse, le afirmó al superior que lo quería enviar a casa: "Señor, de aquí no me quiero ir hasta que hayamos terminado de hacer lo que teníamos que hacer… luchar", le dijo.

Su muerte fue una de las más famosas de la guerra: el 14 de junio se encontraba en el Monte Tumbledown. Trataba junto a la Cuarta Sección de tiradores de la Compañía Nácar de contener el avance de la Guardia Escocesa. Mientras se encontraban en un montículo rocoso, aparecieron por detrás un grupo de soldados británicos que empezaron a disparar, y luego a agredirlos a bayonetazos. Castillo observó cómo estaban hiriendo al cabo segundo Amílcar Tejada y al conscripto dragoneante José Luis Galarza, cuando decidió intervenir.

"¡Inglés hijo de puta!", le gritó a uno de los soldados británicos que atacaban a Galarza. Luego salió de entre las piedras para interrumpir el ataque, pero fue alcanzado por un disparo en su espalda.

Castillo fue galardonado por la Nación argentina con la Cruz al Heroico Valor en Combate, la condecoración más alta que se otorga en el país.

Héctor Wálter Aguirre

Al igual que los soldados Luis Guillermo Sevilla y Mario Ramón Luna, Aguirre no estaba en la famosa tumba de cuatro soldados que había sido denominada tras la reforma del cementerio de Darwin en 2004. Finalmente se supo que su cuerpo descansa bajo la cruz D.B.2.8.

Aguirre nació el 19 de septiembre de 1963 en Capital Federal pero vivió desde los dos años en La Banda, Santiago del Estero junto a su madre. Se casó a los 18 años con María de las Mercedes Morales, poco antes de partir a Malvinas. Al momento de la despedida entre ambos, la hoy viuda estaba embarazada de María Soledad, quien nacería pocos días después, el 22 de abril de 1982.

Acudió a la guerra con la misión de custodiar un pequeño y rudimentario aeropuerto de la base militar Cóndor en Pradera del Ganso, donde operaban los aviones Pucará.

Murió el 28 de mayo mientras disparaba su ametralladora contra un avión británico.

Ascendido a cabo post mortem, recibió la Medalla de La Nación Argentina al Valor en Combate y la Cruz al heroico Valor en Combate. Fue declarado Héroe nacional el 18 de marzo de 1998.


Por otra parte, los restos del cabo segundo Ramón Edmundo Ordóñez, de Termas de Río Hondo, también se encuentran en el cementerio de Darwin. Pero, a diferencia de sus tres coprovincianos, fue identificado apenas finalizó la guerra.

Su hermana Aída viajó hace un mes a visitar la tumba de su hermano y manifestó: "En octubre accedí para que se haga el ADN. Si bien mi hermano fue identificado desde primer momento, para dejar de lado toda duda se nos solicitó la prueba de ADN, pero Geoffrey Cardozo, el militar inglés que enterró a los héroes argentinos, me ha garantizado que en esa tumba está mi hermano".

La nómina de los 14 santiagueños caídos en combate es la siguiente: Alberto Edmundo Gómez (suboficial Fuerza Marina, Capital); Vicente Antonio Díaz (conscripto Fuerza Marina, Capital); Julio Martín Mendoza (cabo Fuerza Marina, Capital); Héctor Wálter Aguirre (cabo Fuerza Aérea, La Banda); Godofredo Omar Iñiguez (conscripto Fuerza Marina, Los Acosta, depto. Banda); Heriberto Avila (cantinero Fuerza Marina, Villa Robles); Leopoldo Marcelo Avila (cantinero Fuerza Marina, Villa Robles); Julio Saturnino Castillo (suboficial Fuerza Marina, El Malacara, depto. Gral. Taboada); Ramón Ordoñez (conscripto Fuerza Marina, Termas de Río Hondo); Eduardo Tomás Silva (conscripto Fuerza Marina, Río Viejo, depto. Quebrachos); Néstor David Córdoba (conscripto Fuerza Marina, Bandera); Mario Ramón Luna (cabo Fuerza Aérea, depto. Figueroa); Omar Hilario Gorosito (cabo Fuerza Marina, Sumampa); y Mario Gustavo Rodríguez (conscripto Ejército, Los Juríes).