La modelo dejó atrás la convivencia con su novio y está rehaciendo su vida en su nueva casa. Dedicada al mundo de los bebés, sigue coqueteando con las campañas gráficas.
Hace pocas semanas, Maypi Delgado volvió a empezar. Terminó su noviazgo con convivencia incluida con el ex futbolista de Vélez Sarfield Santiago Ladino. En poco más de un año, la relación pasó de los mejores planes a ser pasado, y la ex Gran Hermano reconstruyó su vida. Se mudó y está armando su nuevo hogar, mientras se dedica a su marca de indumentaria para bebés, Mini May, que abrió hace dos años.
“Desde chica que sé coser, me lo enseñó mi mamá. Y decidí que quería hacer algo con mis manos porque me gusta mucho la decoración. Y me tiré para el lado de los bebés porque amo a los nenes. Hago ropita en colores pasteles, claros, es la onda de mi vida, de mi casa. Creo que es un rubro que falta explotar mucho. Pero no dejé de lado mi carrera de modelo. Estoy parte de la semana cosiendo, y la otra haciendo fotos, je, je. Es raro porque son facetas distintas pero ambas me encantan y me hacen feliz. Hoy mi vida transcurre lejos de la súper exposición pero siempre con un pie adentro y otro afuera de la tevé. Estoy a la espera de que salga algún proyecto que tenga que ver con el entretenimiento, que es lo que más me gusta”, cuenta, recién llegada de Chile, donde viajó a hacer una campaña gráfica en la playa, convocada por la agencia Grupo Pasarela Chile.
Volver a empezar. La modelo retomó su vida de soltera y está en pleno proceso de armado de su nuevo hogar, eligiendo muebles y ocupándose de los detalles de la decoración, uno de los procesos que más le gustan, acompañada por amigas, entre ella Mica Viciconte. “Los dos creímos que habíamos encontrado el amor de nuestras vidas y que nos quedábamos con esa persona. Incluso, a medida que fue pasando el tiempo nos fuimos conociendo más y nos gustamos un montón. Pero el tema de la convivencia y de los roces fue haciendo que nos terminemos separando. No pasó nada en especial, en particular, sino que había cosas en las que teníamos distinta forma de pensar. Los dos somos buena gente y nos respetamos un montón durante la relación. Y, por eso, también nos estamos respetando en la separación", dijo.
"Nos queremos y nos estamos separando desde el amor y no desde la bronca. Simplemente no funcionó. Y antes de pelearnos mal o terminar en una relación mala, optamos por hablarlo, charlarlo y que sea una distancia de mutuo acuerdo. La vida dirá qué pasa entre nosotros… Por ahora, esto es la realidad. Estamos separados y ninguno de los dos está pensando en volver. Soy de estar mucho en mi casa. Y en mis ratos libres salgo a caminar al río, que es lo que me despeja bastante, no sólo del trabajo sino de los pensamientos que uno revisa a diario”, reconoció, con su belleza intacta o incluso más brillante que nunca.
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