Dispuso la obligación de denunciar casos de presuntos abusos a menores cometidos por miembros de la curia o en el Vaticano. Además, amplió el plazo de la prescripción de los delitos a 20 años.
El papa Francisco ha decidido endurecer las leyes para prevenir y combatir los delitos de abuso de menores cometidos por miembros de la curia o en el Vaticano.
Entre las medidas se incluye la ampliación de la prescripción de los delitos a 20 años o la obligación de denunciar si se conoce algún caso, informó la Santa Sede.
El papa Francisco quiere dar ejemplo sobre el comportamiento que deben seguir las Conferencias Episcopales en todo el mundo para eliminar los abusos por parte del clero.
Las innovaciones significativas del texto son muchas. La primera se refiere al hecho de que, a partir de ahora, todos los delitos relacionados con el abuso de menores, no sólo los de carácter sexual, sino también, por ejemplo, el maltrato, serán "perseguibles de oficio", es decir, incluso en ausencia de un informe de oficio.
La segunda, de acuerdo a lo que recoge Vatican News, es la introducción de una prescripción de 20 años que comienza "en caso de delito a un menor, a partir de los 18 años".
Otra novedad se refiere a la obligación de denunciar y sancionar al funcionario público que no denuncie ante la autoridad judicial vaticana los abusos de los que haya tenido conocimiento, sin perjuicio del sello sacramental, que es el secreto inviolable de la confesión. Significa que todos aquellos que, en el Estado y por extensión en la Curia Romana, pero también entre el personal diplomático al servicio de las nunciaturas, desempeñen el papel de funcionarios públicos (más del 90% de las personas que trabajan en el Vaticano o para la Santa Sede) serán sancionados en caso de no denunciar.