Se trata de Hugo Alvarez. Afirmó también que fue el contador de De Vido, del ex titular de la SIDE Icazuriaga y de Sanfelice.
En su extensa confesión, el ex contador de los Kirchner, Víctor “Polo” Manzanares, involucró también al ex síndico del Banco Central Hugo Alvarez, un personaje hasta ahora poco conocido que participó de la compra de Hotesur y otras operaciones como contador de Osvaldo Sanfelice, entre otros dirigentes y empresarios K.
Al declarar como arrepentido ante el fiscal Carlos Stornelli, Manzanares reveló que “Sanfelice es el que hizo la operación de Hotesur junto con su contador Hugo Alvarez”, en el 2008. Hotesur es la administradora del hotel Alto Calafate, la “nave insignia” de los negocios hoteleros de los Kirchner y ahora está considerada como un vehículo para lavar dinero proveniente de negociados con la obra pública. “Yo estuve totalmente al margen de esta operación”, subrayó quien manejó la contabilidad de los Kirchner desde la década del 90 hasta el año pasado.
“Hugo Alvarez llega de Santa Cruz al Banco Macro, luego resultó síndico del Banco Central, fue contador del (ex titular de la SIDE, el “Chango”) Icazuriaga, de Sanfelice y de (Julio) De Vido”, agregó Manzanares poniendo a su colega en la mira de eventuales llamados a indagatoria de parte del juez Claudio Bonadio en la causa de los cuadernos de las coimas.
De todos, el aporte de Manzanares también sirve para la causa Hotesur que, a su vez, la tiene el juez federal Julián Ercolini. En Hotesur también está procesado Lázaro Báez, quien recibió de los Kirchner contratos de obra pública por 2.200 millones de dólares.
Hasta ahora Alvarez era un personaje poco conocido en el entorno de los Kirchner. Sin embargo, cuando el ex gobernador de Santa Cruz, Carlos Sancho, estuvo a punto de arrepentirse en el 2017, había preparado un bosquejo de datos que iba a aportar a la Justicia donde hablaba de movimientos financieros sospechosos realizados por un hombre del entorno de Cristina Kirchner cuyas siglas coinciden con “H.A.”, entre otros.
Manzanares, quien luego de que Bonadio homologó su acuerdo de imputado colaborador pasó de la cárcel de Marcos Paz al régimen de protección de testigos pero manteniendo su prisión preventiva, recordó cómo fue la génesis de este negocio: a principios de 2008, “Néstor Kirchner me manifiesta que va a comprar un hotel en El Calafate meses antes de concretar la operación” de adquisición de Hotesur.
Negó haber tenido un rol clave en esa compra: “Como presidente de COMA -otra empresa del entorno K- otorgué un poder para que se autorice a Sanfelice para la compra de Alto Calafate”.
“Analicé únicamente un tema de (préstamos) mutuos y aportes irrevocables en una reunión que tuvo lugar en Puerto Madero, creo que era en el estudio Kigel, pero no lo recuerdo con precisión”, agregó.
En esa reunión estaban “Sanfelice, los vendedores y los abogados. Entendí que nada podía ser objetable y sugerí que se avanzara con el acto de compra. No puedo precisar si allí Sanfelice firmó o no. Sanfelice es el que hizo la operación de Hotesur junto con su contador Hugo Alvarez. Yo estuve totalmente al margen de esta operación”. Manzanares mantiene una vieja disputa con Sanfelice, a quien lo denominó como “el López Rega” de los Kirchner.
En la cuestión relativa a los pagos hechos por este negocio tampoco intervino. “El Gerente General del Banco Santa Cruz, Carlos Graziano, puede dar detalles de la forma en la que se canceló la operación. La persona encargada de las compras que pudiera efectuar el Dr. Nestor Kirchner siempre fue Sanfelice, desde llevarle la idea hasta gestionarle los análisis necesarios, porque él era el agente inmobiliario de su confianza”, añadió.
“Cuando Los Sauces compra La Aldea a mí me requieren incorporar en la contabilidad esa adquisición -prosiguió-. Uno de los titulares de esta operación era Luis Gugino. Años después el arquitecto Gugino me comentó que Sanfelice le había mexicaneado 200.000 dólares en esta operación y que ello habría sido orquestado en el estudio contable de Sanfelice. La operación de La Aldea se formalizó en 120.000 pesos y el valor real de compra fue de 1.200.000 dólares, según me refirió Gugino”. A través de La Aldea se compró otro hotel.
En otra parte relevante de su confesión, Manzanares afirmó que para el aporte financiero de Muñoz a la empresa Armoring -dedicada al blindaje de autos-, el financista Ernesto Clarens, a través de su “mano derecha Guido Blondeau”, se encargó de cambiar euros por dólares.
Al principio, Blondeau participó de la constitución de Austral Construcciones. Luego habló con nostalgia de un auto Passat que Muñoz le dio como parte de un pago. “Ese fue el primer auto que Kirchner le pidió a Daniel que comprara para sus primeros movimientos en Buenos Aires, en el año 2003. Daniel llevaba en ese auto a Kirchner a hacer todo” agregó.
Por otra parte, contó que “durante el año 2010 Sanfelice y Rudy Ulloa, por indicación de Néstor Kirchner, me propusieron ser intendente de Río Gallegos, indicándome que a cambio de ese cargo debía entregarle dos tercios de lo que se haga, entendiendo por lo que 'se haga' los negociados”.
También relató que la ex presidente Cristina Kirchner le ofreció un registro automotor, como compensación por su trabajo de contador, pero cuando se enteró que iba a nombrar en su lugar a un conocido de Daniel Muñoz, se enojó y retiró la propuesta.