Comensales de un local en el barrio porteño de Boedo debieron guarecerse en el interior por las ráfagas de disparos que ocurrían en la puerta.
Cuatro motochorros que escapaban luego de un asalto se enfrentaron con la policía en plena calle y los clientes de un restaurante debieron tirarse al piso y refugirase dentro del local.