Mañana el máximo tribunal dará a conocer su fallo sobre la constitucionalidad del cobro del impuesto. Si se fallara a favor de los jubilados, podría afectar las proyecciones de recaudación del Ejecutivo.
Este martes será una jornada clave para los jubilados y también para el Ejecutivo nacional. La Corte Suprema decidirá si es constitucional que las jubilaciones sean objeto del pago de impuesto a las Ganancias.
La Corte se referirá a un fallo de segunda instancia de un juzgado de Paraná que consideró que los haberes no constituyen una ganancia y que como el trabajador retirado ya tributó durante su vida activa. Con ese panorama para la Justicia esto significaría una "doble imposición".
El caso testigo es el de María Isabel García, quien inició un juicio en 2015 en los tribunales federales de Concepción del Uruguay. El Juzgado Federal N°2 de esa ciudad declaró que es inconstitucional que el fisco le cobre Ganancias a su jubilación. Dos años después, el 18 de mayo de 2017, la Cámara Federal de la capital entrerriana rechazó la apelación de la AFIP, que recurrió así a la Corte Suprema.
Para la justicia entrerriana, la jubilación "no constituye ganancia", por lo que no correspondería retenerle el impuesto. Por eso, obligó al Estado a devolver lo retenido más intereses desde el momento en que se inició el litigio.
Los argumentos
Dentro de los puntos que toma en cuenta la Justicia para considerar que las jubilaciones no pueden ser afectadas por ese impuesto está que los haberes no deben ser sujetos impositivos es que existiría, de esa forma, una doble imposición. En el caso testigo ya había pagado el impuesto a las Ganancias durante su vida activa.
La Anses, aunque no es parte, ya se mostró a favor del cobro, argumentando que solo el 4% -es decir 300.000 de los 7 millones de jubilados- están alcanzados hoy en día. Además, señalan que en 2014, sobre un caso similar, la Corte señaló que el Congreso es el que debe agregar o excluir a los haberes de la lista de excepciones de Ganancias.
De acuerdo a lo que indica TN, la Corte prepara un fallo híbrido, un "punto de equilibrio". No llegaría al extremo de que ningún jubilado quede alcanzado por el impuesto, pero tampoco se rechazaría de plano el planteo.