ISIS perdió su último bastión en Siria, anunciaron el sábado las Fuerzas Democráticas Sirias, lo que pone fin al llamado califato declarado por el grupo terrorista en 2014.
Las milicias opositoras de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), compuestas en su mayoría por kurdos y apoyadas por Estados Unidos, han anunciado en un comunicado que han derrotado al Estado Islámico tras retomar la última zona que estaba bajo su control. Se trata de la localidad de Baghouz, situada en el este de Siria, cerca de la frontera con Irak.
El portavoz de las FDS, Mustafa Bali, ha proclamado a través de su cuenta de Twitter la "total eliminación del llamado califato y la derrota territorial al 100 % del Estado Islámico". "En este día único conmemoramos a los miles de mártires cuyos esfuerzos hicieron posible esta victoria", ha escrito Bali, quien horas antes compartió imágenes de los últimos combates en Baghouz.
Bali ha instado a continuar luchando contra los restos del grupo terrorista, que en sus mejores tiempos de 2014 ocupaba un territorio entre Siria e Irak que podría compararse en tamaño al Reino Unido, hasta erradicarlos por completo.
Si bien el Estado Islámico ya no controla ningún territorio ni en Siria ni en Irak, sus miembros siguen perpetrando ataques en ambos países. El grupo terrorista, además, mantiene aliados en la península del Sinaí (Egipto), Afganistán y otras partes.
Las FDS iniciaron una operación para expulsar al Estado Islámico de Baghouz el 9 de febrero.
Según datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, en el bombardeo contra este pueblo que se llevó a cabo por la coalición internacional el martes 19 de marzo murieron más de 200 terroristas y miembros de sus familias.
En total, más de 250 miembros del Estado Islámico se habían escondido en cuevas del área de Baghuz bajo presión de las FDS y las fuerzas de la coalición internacional, negándose a rendirse.