De 6 a 18 mil pesos menos observaron los efectivos de menor jerarquía de las delegaciones de la Policía Federal Argentina (PFA), con asiento en la termal y la capital chaqueña.
Finalmente la quita de hasta 16 mil pesos en los salarios de los agentes y suboficiales escribientes de la PFA de Resistencia, Sáenz Peña y delegaciones de la región del Nordeste Argentino (NEA) es un hecho, pese a que es una “zona de alto riesgo” por la proliferación del narcotráfico y contrabando.
Diario Norte de Chaco el 4 de febrero daba cuenta de la decisión del Ministerio de Seguridad de eliminar el ítem “operatividad”, una suma en negro que se les había dado a los policías en 2018.
El malestar llegó a la cadena de mando ya que los recortes – por el momento- no afecta a los oficiales, y a los que superiores dispongan no reducirles esa cifra, por lo que luego de ver los recibos de la última liquidación, el descontento se instaló en los subordinados que por temor a represalias mantienen en reserva las fuentes, pero fueron varios los familiares que hicieron saber el enojo por la decisión de la cartera a cargo de Patricia Bullrich.
Para dar un ejemplo, un suboficial puede rondar entre los 6 mil y 16 mil pesos, y u oficial más de 24 mil pesos de ese pago de operatividad que fue establecido en 2017, cuando el gobierno de Mauricio Macri decidió pasar los policías federales a la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esto provocó un conflicto debido a que los efectivos se negaban a salir de la fuerza de seguridad y para convencerlos, el ministerio de Seguridad creó esa cifra no remunerativa.
La situación no fue bien recibida en las delegaciones de Resistencia, Sáenz Peña, Corrientes, Paso de los Libres y Formosa, pese a que el NEA y NOA, son las regiones con mayor riesgo de sucesos delictivos de gran complejidad, donde cada vez son más las bandas criminales organizadas que operan en esta parte del país.
En ese contexto se ordenó que la Policía Federal se constituya como una agencia de investigación del delito complejo con movilidad y operatividad en todo el país y de esta forma se justificó el pago de estas sumas por las que el Estado evita hacer aportes jubilatorios.
Es así que durante todo el 2017 y hasta mitad de 2018 se hicieron efectivos esos pagos pero posteriormente, en forma sorpresiva se suspendieron.
Esto generó un impacto negativo en la economía de los efectivos que actualmente manifiestan malestar.
Lo que se advierte es que “la mayor parte de los ingresos de los policías son originados en los servicios adicionales”. Ese sentido explican que “si a las horas de trabajo normales de 8 horas un efectivo debe percibir 40.000 pesos, la policía sólo abona 20.000 pesos por lo que el personal se ve obligado a realizar actividades adicionales”.
Esto conlleva a que “los policías tengan que trabajar 16 horas por día y así no rinde en la actividad porque no se encuentra en una capacidad física óptima y sus movimientos, reflejos son escasos carece de la capacidad de resolver cualquier inconveniente, porque está cansado”.
Fuente: diario Norte.