El periodista pasó un mal momento por culpa de los compañeros del jugador, que habían bebido de más.
En mayo de 2008, Maxi López y Wanda Nara celebraron su amor a todo trapo en el coqueto hotel Alvear. Se anunció como la boda del año y no le faltó ningún condimento para hacerle honor al título: 300 invitados, torta de cinco pisos, tres vestidos de novia, caviar y pato como menú, un Rolls Royce como vehículo nupcial y luna de miel en St. Tropez y Mónaco.
Entre tanto jolgorio, un episodio que casi convierte la boda en tragedia pasó desapercibido. Marcelo Polino fue el protagonista de esa historia, que once años después, el periodista recuerda cada mañana. "Me pasó algo horrible porque yo en verdad voy al casamiento como agradecimiento porque me había dado el móvil en vivo y había parado cuando entró a la Iglesia", contó Polino, invitado a PH Podemos hablar.
Ese día había sido muy ajetreado para el conductor, y llegó a la fiesta horas después del arranque. Su presencia causó sensación. "Cuando llego, los futbolistas ya estaban en p... Empezaron todos 'eh, vino Polino', y yo peso 20 kilos mojado. Me revolearon y me clavé la araña del salón. Todavía tengo la marca", continuó.
El accidente hizo que la música se frenara y el hotel enseguida puso en marcha un protocolo que implicó la presencia de una ambulancia y la policía. "¡Se paró el casamiento! Empecé a sangrar, no conocía a nadie, estaba arruinando el casamiento de alguien que no conocía. A Maxi lo conocí en ese momento", comentó Polino.
¿Quiénes lo ayudaron? Carolina Molinari y su esposo, el jugador Mariano Pavone, que todavía residían en Italia y habían viajado a la Argentina para la boda. "Me ofrecieron la suite para que me parara la sangre. Vino el SAME, me curaron, me pegaron la herida. Una vez que terminó eso me fui, todo ensangrentado", señaló.
Polino tiene presente la anécdota cada vez que se encuentra a Wanda y también, cuando se mira al espejo. "Todas las mañanas cuando me afeito me veo que tengo la herida", cerró.