En lo que va del presente año se registraron 40 casos y esperan nuevos hasta el mes de abril.
Si bien crecieron la concientización, la prevención y el conocimiento sobre los tipos de alacranes, el número de menores picados en Córdoba fue en aumento en los últimos tres años, y se prevé que también en 2019 se registre un nuevo récord de pequeños alcanzados por este arácnido.
Sólo en lo que va del año, en el Hospital de Niños de la Santísima Trinidad se consignaron 40 casos, todos niños de 0 a 15 años, algunos de los cuales debieron ser internados y asistidos con varias dosis de suero.
Pese a que noviembre y marzo son los peores meses en cuanto a picaduras, los especialistas entienden que en abril los casos seguirán en aumento. Nilda Gait, del Servicio de Toxicología del establecimiento especializado en pacientes pediátricos, explicó que las altas temperaturas, de la mano del cambio climático, han incrementado en los últimos años las picaduras. Sin embargo, si bien subió el número, buena parte de los casos fueron asintomáticos, por lo que no se requirió internación y sólo fue necesaria atención y contención en el servicio de Guardia.
De acuerdo con las estadísticas del Servicio de Toxicología, en 2015 se consignaron 143 casos de niños picados; en 2016, 166; en 2017, 266; y en 2018, 281. En lo que va de este año, los registros diarios llegan hasta picos de seis pacientes.
“Vamos a tener también un aumento este año. Algunos casos, si seguimos las estadísticas, son moderados y graves, pero la gran mayoría son asintomáticos, con internación en las salas o presencia en la Guardia unas horas”, apuntó la especialista, aunque aclaró que también se debió incrementar en ciertos pacientes la colocación de hasta seis dosis del antídoto.
Gait resaltó que los padres tienen hoy más información sobre las características del alacrán e insistió en la importancia de trasladar a la persona picada a un centro de salud lo más rápido posible (no más allá de las seis horas desde el contacto con el escorpión). Y en la medida de las posibilidades, llevar el arácnido en un frasco.
“Es muy importante que traigan el alacrán. Eso nos permite que sea estudiado en el Área de Zoología Aplicada, junto con los que ingresan a los hospitales San Roque y Rawson. Para ello, se congelan las colas, donde está el veneno, y se hace el envío de material al Instituto Malbrán, desde donde, luego, nos mandan el antídoto”, describió. “Con 500 colas se puede hacer un frasco. Hay que alentar a la gente a que los lleve”, continuó.
Respecto de los barrios en los que se registraron picaduras, Gait dijo que ya no se puede determinar una zona porque alcanza a distintas áreas. “Hemos tenido casos en Alberdi, en Villa El Libertador y en un country. Lo importante es la limpieza, evitar la acumulación de basura. Y recordar que, por las rejillas por las cuales pasa una moneda, pasa un alacrán”, sumó.
Síntomas de envenenamiento y posibles complicaciones
Según información de la Secretaría de Salud de la Nación, el signo característico del envenenamiento por picadura de alacrán es el dolor agudo y de alta intensidad que se produce en el lugar del aguijonazo.
“El envenenamiento puede ser sólo local, con gran dolor en la zona de la picadura, que puede extenderse hacia el tronco, sin producir daño en los tejidos en los que se produjo la picadura (independientemente del tiempo). En estos casos, no corre peligro la vida de la persona”, describe la cartera conducida por Adolfo Rubinstein.
El cuadro puede complicarse cuando el veneno se distribuye por diferentes partes del sistema nervioso y otros tejidos. En ese caso, también hay dolor local, pero la situación del paciente se agrava. Los síntomas son: taquicardia, dificultad respiratoria, salivación, lagrimeo y temblores, entre otros. En casos graves pueden presentarse vómitos, diarrea y alteraciones cardíacas.
Es importante advertir que el diagnóstico sólo puede ser dado por un médico, por lo que se insiste en la importancia de trasladar al paciente a un centro de salud y llevar, en lo posible, al escorpión.
Características de las especies más comunes en la región
Las especies de alacranes más comunes en nuestro ámbito son el Bothrius bonariensis y el Tityus trivittatus. El segundo es el de mayor interés sanitario por ser el más peligroso para la salud humana, según afirman los especialistas.
El Tityus trivittatus se diferencia del Bothrius bonariensis por tener tres líneas longitudinales más oscuras en el dorso, pinzas más largas y delgadas y un aguijón y púa en la cola que aparenta doble aguijón.
Según informa la Secretaría de Salud de la Nación, los envenenamientos provocados por el veneno de estos animales pueden ser graves e incluso letales, pero también resultan prevenibles y tratables.
Fuente: La Voz.