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Revista

Merendar, imprescindible en un buen plan para bajar de peso

Con un café o una infusión a elección como base, se puede pensar en opciones simples, dulces y saladas.

05/03/2019

La traba para muchas personas que quieren bajar de peso es superar la hora de la vuelta a casa o el momento de la cena. La opinión frecuente es que después de un desayuno, una colación y un almuerzo saludables y en las cantidades aconsejadas, no pueden resistirse al final del día a la torre de galletitas dulces, la picadita improvisada o un sándwich recargado, o a los platos demasiado abundantes y repletos de grasas, a la noche.

Con este circuito, el cambio esperado en la balanza no es tan rotundo y la frustración llega enseguida.

Para revertirlo, la propuesta es revalorizar el momento de la merienda. Una comida que resulta fundamental para adelgazar y que, por coincidir con el trayecto de la vuelta a casa, el horario de salida de los chicos del colegio, de alguna actividad extra o el cierre del día laboral (¡cualquier excusa es válida!), se suele pasar por alto.

El resultado: además de la sensación de ansiedad o malestar, en la cena el hambre será voraz y, por lo tanto, las porciones, excesivas y con alimentos poco recomendados. Siempre hay que tener en cuenta que el cuerpo a la noche se prepara para el descanso y no necesita calorías en exceso, ya que no las consumirá en las siguientes horas.

También es importante advertir que el organismo, al no tener una rutina establecida de horarios, se descompagina hormonal y emocionalmente. Esto no quiere decir que sea necesario pensar en costumbres demasiado rígidas. Si no, en implementar un esquema posible de cumplir.

Más beneficios de las meriendas
- Contribuyen a mantener los niveles de glucosa estables.

- Permiten que el metabolismo funcione en forma correcta.

- Ayudan a disminuir la ansiedad.

- Evitan el picoteo constante de alimentos poco nutritivos y altos en calorías.

- Intervienen en la preservación de la masa muscular (con dietas extremas o inadecuadas este porcentaje disminuye).

- Un yogur descremado con granola casera.

- Panqueques de avena con claras de huevo, vainilla y queso untable descremado con stevia.

- Una fruta fresca y frutos secos.

- Una tostada de pan integral untada con palta.

- Huevos revueltos y un puñado de frutos secos.

(Las porciones varían según las necesidades personales y la indicación profesional).

La conclusión; la merienda es una de las cuatro comidas principales que necesita nuestro organismo para funcionar de manera correcta. Por eso, es importante no saltearla y encontrar el huequito de tiempo y el espacio -en el auto, el trabajo, en casa o en un café- para llevarla a cabo. Será el momento bisagra del día. ¡A ponerla en práctica!

- Ayudan a regularizar el colesterol en sangre.

Algunos ejemplos saludables
Otra de las ventajas es que esta comida no requiere de una preparación complicada. Con un café o una infusión a elección como base, se puede pensar en opciones simples, dulces y saladas.

Las alternativas
- Dos tostadas de pan integral con queso untable o fresco.

Fuente: diario Clarín.