Se trata de armas diseñadas para destruir naves de superficie, como el portaaviones nuclear recientemente desplegado por Estados Unidos en el Océano Atlántico.
La Aviación Militar Bolivariana probó un misil antibuque de fabricación rusa en el marco de los ejercicios Bicentenario Angostura 2019, iniciados a comienzos de mes y en medio de la crisis política desatada por la proclamación de Juan Guaidó como presidente interino y en desafío al régimen de Nicolás Maduro.
En un video publicado por la Armada Bolivariana, que participó del mismo ejercicio en conjunto con la Fuerza Aérea, puede verse a un cazabombardero Sukhoi Su-30MK2V disparando un misil antibuque Kh-31, ambos comprados a Rusia.
En las imágenes divulgadas también se puede ver una escuadra de buques de guerra venezolanos y una sala de control para el monitoreo del lanzamiento contra un blanco de práctica.
Los Kh-31 son misiles supersónicos guiados por radar diseñados en la Unión Soviética y entrados en servicio en 1988. Inicialmente fueron diseñados para destruir instalaciones de radar detectando sus emisiones específicas, aunque luego se desarrolló una versión antibuque.
Cuando son disparados desde un avión, tienen un alcance de unos 100 kilómetros y vuelan a una velocidad de MACH 3.5 (unos 4287 kilómetros por hora). De acuerdo al analista Robert Lee, del departamento de Estudios de Guerra del King's College de Londres, Venezuela habría comprado unos 80 Kh-31 en 2008.
En tanto los Sukhoi Su-30 son cazas de superioridad aérea multipropósito diseñados en Rusia y entrados en servicio en 1996, sobe la base de los Sukhoi Su-27 "Flanker" desarrollados por la Unión Soviética en la década de 1970.
En su versión MK2V, comenzaron a llegar a Venezuela en 2006 en uno de los muchos acuerdos de venta de armas entre el gobierno chavista y Rusia, y se cree que hay 24 en servicios. Pueden volar a una velocidad de Mach 2 (unos 2.120 km/h), con un alcance de 3.000 kilómetros y a una altitud de 17.000 metros, portando una gran cantidad de armas.
Los ejercicios Bicentenario Angostura 2019 comenzaron oficialmente el 10 de febrero y concluyeron cinco días después, aunque la publicación del video en la cuenta oficial de YouTube de la Armada Bolivariana es del 8 de febrero, dos días antes del evento en el que Nicolás Maduro dio rienda suelta a las maniobras.
Ejercicios militares y crisis sin fin
Un contexto extraordinario llevó a que los ejercicios fueran vistos como toda una demostración de fuerza. El 23 de enero 2019 la Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por la oposición, nombró a Juan Guaidó como presidente interino del país, encargado de lograr la transición de poder y el llamado a elecciones "libres".
La cámara avanzaba de esta forma contra lo que ha definido como una "usurpación del poder" realizada por el chavista Nicolás Maduro, quien nombró en desacato al parlamento tras perder en las urnas su control, y fue reelecto en 2018 en comicios denunciados por fraude e ilegitimidad, con la oposición perseguida y muy escasa participación.
La situación ha dividido a la comunidad internacional. Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y la mayor parte de América Latina han reconocido a Guaidó en base al poder legítimo de la Asamblea Nacional, y están llamando a una transición, en un contexto de crisis social y económica con altos niveles de inflación, violencia y pobreza.
Mientras tanto Maduro se sostiene gracias el control que el chavismo ejerce sobre las Fuerzas Armadas de Venezuela y ha logrado el apoyo de Rusia, China, Turquía e Irán, entre otros países.
Un tercer número de países, liderados por México, han pedido un renovado diálogo entre oposición y gobierno, aunque el anterior proceso iniciado en 2014 con participación del Vaticano y mediación de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), hoy prácticamente sin poder, terminó en fracaso.
Desde entonces ha crecido la amenaza de que la situación degenere en un conflicto armado interestatal, una guerra civil o aumento descontrolado de la violencia. Al respecto, Colombia y Brasil, que comparten frontera con Venezuela y son el primer destino del masivo éxodo de venezolanos que buscan escapar de las duras condiciones, han reforzado la seguridad en la zona y los Estados Unidos han dicho a su vez que no descartan una opción militar.
Maduro respondió anunciando un despliegue y movilización para contrarrestar los "planes de guerra" de Estados Unidos y Colombia, y aunque los ejercicios Bicentenario Angostura 2019 han terminado aún se puede observar una fuerte militarización del país, especialmente a través de las irregulares Milicias Bolivarianas.
Estados Unidos, por su parte, no ha ordenado al momento movimientos militares aunque había especulaciones por el despliegue del portaaviones USS Abraham Lincoln y su escolta en el Océano Atlántico, sin que se conozca su misión.
Los Kh-31 son armas diseñadas específicamente para hundir buques de superficie como los integrantes de esta pequeña flota, aunque no se trata de las armas más modernas y capaces en el mercado actual.