Más de un centenar de personas de comunidades originarias de la zona participaban de una protesta cuando fueron reprimidos por la policía.
Un centenar de policías de varias divisiones, junto a móviles, ambulancias y los bomberos de la fuerza provincial mantienen fuertemente custodiada la comisaría N° 42 ubicada en pleno centro de Tartagal y a una cuadra del edificio municipal.
El conflicto lo protagonizan seguidores del vocal wichí del IPPIS Indalecio Calermo quienes ayer y en la mañana de hoy intentaron cortar la ruta nacional 34 a la altura del paraje Zanja Honda al norte de Tartagal, pero en ambas oportunidades fueron desalojados por la policía de la provincia. Como consecuencia de las refriegas el miércoles en horas de la tarde dos efectivos resultaron con heridas de consideración. En la mañana de hoy en otra nueva refriega los efectivos detuvieron a por lo menos tres dirigentes wichí de apellido Durán, Pisco (femenina) y un tercero cuya identidad no trascendió.
A las 18 horas una marcha de aborígenes llegó hasta la intersección de las calles San Martín y Belgrano para exigir la libertad de los dirigentes detenidos; ante versiones que podían intentar tomar la comisaría 42 la policía desplegó un gran operativo que se mantiene desde hace varias horas. Los comercios de los alrededores mantienen cerradas sus puertas por el riesgo de que en el lugar vayan a producirse desbordes y enfrentamientos entre los aborígenes y el personal policial.
Ayer por la tarde la Policía también intervino para despejar el corte "no solo por el delito que constituye, sino también por el perjuicio que ello significaría para el paso de logística y asistencia a las víctimas de las localidades de Santa Victoria Este por el desborde del río Pilcomayo", informó la fuerza policial.
El reclamo de Calermo es que no tienen respuestas a sus denuncias de irregularidades financieras en el IPPIS (Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta), entonces amenaza con intervenir el organismo o ser su tesorero.
Fuente: El Tribuno.