El día de ayer guardavidas tuvieron que rescatar a dos niños que ingresaron al río pese a la prohibición. Insisten en que las condiciones son sumamente peligrosas.
Pese a la prohibición de ingresar al Río Dulce, el pasado miércoles dos menores de edad se metieron sin advertir el fuerte cauce y la peligrosidad que este representa.
Para fortuna de los niños, a pocos metros se encontraba un grupo de 15 guardavidas cumpliendo con un entrenamiento como parte de su capacitación.
Martín Cabral, uno de los guardavidas que se encontraba en el lugar, relató que de un momento a otro escucharon un grito estremecedor y al ver a los niños en el río ingresaron rápidamente y lograron rescatarlos.
Cabral remarcó que desgraciadamente esta desobediencia por parte de la gente es algo común, pese a las advertencias que se hacen a través de los medios.
“Por suerte nosotros estábamos cerca, pero si no, el final de la historia hubiese sido muy diferente”, remarcó, al tiempo que recordó a la gente que “está terminantemente prohibido bañarse en el río”.