Un hombre de 35 años le desfiguró el rostro a una salteña. Los dueños del lugar alertaron sobre el violento episodio.
Un grave hecho de violencia de género ocurrió el lunes por la noche entre un hombre de 35 años, nacido en Colombia, y una salteña de 32 años en el interior de un motel ubicado en Rondeau y Zabala de esta ciudad. El sujeto golpeó salvajemente a la mujer, por motivos que se desconocen, y la víctima tuvo que ser trasladada al hospital San Bernardo.
Varios traumatismos en el cuerpo pero fundamentalmente en el rostro sufrió la mujer atacada por el colombiano, quien fue identificado por los investigadores como Javier Rivera Montaña (35). Antes de la medianoche de ayer los dueños del motel se percataron de la delicada situación que se desarrollaba en la habitación donde estaba la pareja y decidieron llamar al Sistema de Emergencias 911.
Un móvil del Grupo de Apoyo Policial de la Dirección de Seguridad Urbana se traslado hasta el lugar, donde efectivamente se encontraba la salteña inconsciente por la paliza recibida. A unos metros, en la misma habitación, seguía el agresor, quien fue demorado y puesto a disposición de la Fiscalía Penal actuante de turno.
Fuentes consultadas por El Tribuno señalaron que ninguno de los dos, ni la víctima ni el victimario, dijeron absolutamente nada sobre lo ocurrido. Trasladada en una ambulancia del Samec al hospital San Bernardo, y una vez estabilizada, la mujer de 32 años fue consultada sobre el hecho pero no quiso hablar y también se negó a radicar la denuncia. Una situación extraña para los enfermeros y profesionales de la salud que en ese momento estaban en el lugar pero no para los investigadores.
Los sabuesos coincidieron en señalar que la damnificada quizás tuvo la típica reacción que en un contexto de violencia de género suelen tener algunas mujeres: temor al agresor, inseguridad y confusión por lo que le pudiera pasar si denuncia al hombre que casi la mata.
Entró y salió
Al no haber denuncia y, en consecuencia, al tratarse de un "delito de instancia privada", personal policial de esta provincia actuó hasta donde debía protegiendo y resguardando la integridad de la víctima y dejando al agresor a disposición de la Fiscalía Penal de Violencia Familiar y de Género número 2, a cargo del fiscal auxiliar doctor Vega, quien ordenó que se le realice un acta simple al acusado y su posterior liberación.
Al no realizar la denuncia la damnificada el violento colombiano terminó por beneficiarse con la libertad.
En tanto, desde el Juzgado de Garantías número 2 ordenaron poner una consigna policial fija durante las 24 horas en el hospital San Bernardo, para resguardar la integridad de la mujer.
Fuente: El Tribuno.