La artista se mostró orgullosa de haber cumplido un objetivo concreto en relación a su adicción a las drogas y el alcohol.
En julio de 2018 Demi Lovato tuvo que ser trasladada de urgencia a un hospital de Los Ángeles tras haber sufrido una sobredosis de heroína en su casa de Hollywood Hills. El dramático episodio sucedió a días de que comenzara su gira, la cual tuvo que ser suspendida de inmediato.
A partir de aquel 24 y luego de años de lucha contra sus adicciones a la droga y al alcohol, Demi comenzó su rehabilitación, aunque no fue fácil. Los días siguientes a su internación, la cantante sufrió “náuseas extremas y fiebre alta”, dos síntomas posteriores característicos a una sobredosis, según informó el portal TMZ.