En octubre del año pasado aparecieron las fotos que confirmaban un romance que ya tenía varios meses. En lo mejor, el actor le fue infiel, y en sus narices con Julieta Bartolomé.
En silencio, alejada de los escándalos, supo ganarse un lugar preponderante dentro del mundo del teatro. Ya en la época en la que iba al colegio, cuando sus compañeros hablaban de qué carreras iban a seguir, ella tenía la idea fija: su sueño era ser artista. Estudió y se preparó hasta empezar a cosechar sus frutos. Bianca Iovenitti (23) es una de las bailarinas y vedettes más destacadas de la actualidad, una de las de mayor crecimiento. A su talento le suma sensualidad, curvas de ensueño y una mirada que encandila. Carmen Barbieri posó los ojos en ella, la sumó al staff de la revista Nuevamente juntos y la rubia le está pagando con creces.
A paso firme, sin conflictos que la desvíen de su horizonte, sigue adelante. “No me meto en escándalos, porque es mi manera de ser. De hecho, han dicho barbaridades de mí, sin conocerme, y jamás salí a hablar porque tengo la teoría de que con el tiempo la gente te conoce y se da cuenta de que no todo es como se dice por ahí. Me gusta que me conozcan por lo que hago… nunca saqué provecho de nada, y mirá que me han llamado de programas para que opinara de alguna pelea o cosas así, y no quise”.
–Una temporada más trabajando en Mar del Plata, ciudad de la que sos oriunda…
–Así es, estoy muy contenta, por cierto. Amo Mardel y soy feliz cada vez que hago temporada acá, no sólo porque creo que es la mejor ciudad, también porque tengo a toda mi familia, que es lo que más amo. Arrancamos muy bien con Nuevamente juntos, y eso también ayuda. Hacemos una revista muy innovadora y llena de talento. Mis compañeras, Sol Pérez, Mica Viciconte, Flor Nigro, Nuria Sanroman, Sol Báez y Sofi Grilanc son excelentes bailarinas y unas bombas. La gente sale muy feliz y con buenas críticas. El boca a boca nos ayuda mucho.
–La colonia teatral se queja de la crisis…
–Sí, claramente se siente que la gente elige dónde poner la plata, no sale a derrochar. La verdad es que somos privilegiados de poder trabajar de lo que nos gusta y que la gente elija venir a vernos y pasarla bien con nosotros.
–Salgamos del terreno laboral para entrar en el amoroso…
–Paso (risas).
–¿Cómo está la relación con Fede Bal después de que salieron las fotos de él a los besos con Julieta Bartolomé?
–No tengo mucho para decir, porque es una situación difícil que todavía no se resolvió. El me dice que se equivocó y demás… así que no sé qué contestarte.
–¿Te sorprendió?
–Por supuesto, como a muchos, creo. Yo hace un tiempo que estaba con él, y con esta chica, por sólo una noche, salieron miles de cosas. Pero bueno, cada uno tiene distintos intereses y cuida a la persona que tiene al lado de manera diferente. Lo que tuve que aclarar con él ya lo hice.
–¿Tirón de oreja y siguen?
–No es tan fácil como un tirón de oreja. Hay muchas cosas… Mejor hablemos de otra cosa.
–Por lo que decís, te pidió disculpas. ¿Estás dispuesta a perdonarlo y seguir con la relación?
–Tiempo al tiempo, es la respuesta que te puedo dar hoy.
–Sol Pérez salió a defenderte, dijo que ustedes hacían una linda pareja…
–Sí, vio algo y me lo dijo personalmente también. Sol es divina conmigo. La noche del bar, la noche de la foto, ella estaba conmigo y me habló un montón. Estoy muy agradecida a Sol.
–¿Arriba del escenario cambió algo con Fede?
–Para nada. Yo soy súper profesional y no mezclo las cosas. Jamás dejaría de hacer nada de mi trabajo por algo personal. Es más, tengo partes donde me acerco a él, le toco la cara y lo sigo haciendo de la misma manera, no cambió nada arriba del escenario. El trabajo es trabajo, siempre.
–Apenas llegaron a Mar del Plata, vos lo presentaste en tu casa, ¿qué dice tu familia de esto?
–Mi familia no se mete. Me aman como yo los amo a ellos, saben cómo me manejo.
–¿Con Sol Pérez compiten por la diosa de la temporada, redimen la época de las colas del verano?
–Nooo, imposible competir con Sol, con esa cola, por Dios. Es una bomba. Es más, me lo paso mirándole la cola, inevitablemente los ojos se te van a ahí… muchos hombres desearían estar en mi lugar, ja, ja, ja.
–Muchas reniegan del título de vedette, ¿vos cómo lo llevás?
–No reniego porque ese título no es para mí, me queda muy grande todavía. Estoy aprendiendo y creciendo día a día. Por suerte estar con Carmen es una bendición, es súper generosa, una persona que está atenta a todo y te enseña. Más allá de trabajar, siento que tengo a una verdadera maestra al lado, una persona con una trayectoria impecable, y tengo que aprovecharlo para crecer.