Estaban desaparecidas desde el 12 de enero. En las últimas horas, el dueño de la propiedad había sido detenido e imputado por homicidio.
Los cuerpos de las mujeres israelíes desaparecidas en la ciudad de Mendoza fueron hallados este sábado en la casa del hijo de una de ellas, que había sido detenido e imputado por homicidio.
Las hermanas Pyrhia Saroussy (63) y Lily Pereg (54) habían desaparecido hace dos semanas en Mendoza. Gilad Saroussy Pereg (36) o Nicolás Gil Pereg, como se hace llamar desde que llegó al país hace más de 10 años, ya estaba bajo sospecha de la Justicia como responsable del hecho.
Luego de imputarlo formalmente esta mañana, la fiscal que lidera la pesquisa, Claudia Ríos, se dirigió a la propiedad del joven para comandar un nuevo allanamiento ordenado por el juez, con el objetivo de dar con los cuerpos. En la tarde de este sábado, mientras los agentes de la Policía Científica realizaban excavaciones con palas y máquinas especiales y perros profundizaban el rastrillaje, se encontraron los cadáveres de ambas mujeres.
Desde temprano, ante la conmoción por las novedades que iban surgiendo y las expectativas sobre lo que podría haberles ocurrido a las mujeres en ese lugar, cada vez más vecinos de la zona se apostaron en las inmediaciones de la casa de Gil Pereg, ubicada calle Julio Argentino Roca al 6079, frente al cementerio de Guaymallén.
Finalmente, pasadas las 18 llegó la trágica noticia: los dos cuerpos estaban enterrados en el predio casi abandonado donde residía el hombre, quien ya se encuentra detenido en el penal provincial de Boulogne Sur Mer, imputado por los delitos de homicidio simple y homicidio agravado por el vínculo.
Según explicó la fiscal, los resultados de los cotejos de ADN, tras el hallazgo de manchas de sangre en la remera del imputado, fueron clave para la detención, ya que se confirmó que el material genético extraído de uno de los cepillos de dientes encontrado en el departamento que habían alquilado las mujeres coincide con las manchas hemáticas halladas en la ropa de Gil Pereg y en diversos artículos en su hogar.
Con la calificación penal, el hombre arriesga una condena a prisión perpetua si en el juicio es hallado culpable. Durante la detención y acusación formal, Gil Pereg amenazó ante las autoridades judiciales con quitarse la vida, por lo que ordenaron peritajes psicológicos.
El caso
De acuerdo al relato del joven, el sábado 12 de enero pasó toda la jornada con su mamá y su tía, quienes llegaron a la provincia un día antes. Gil Pereg aseguró que las despidió por la noche camino a la parada del colectivo, cerca de su domicilio, en Buena Nueva, Guaymallén, ubicado frente al camposanto. Durante los allanamientos en el predio donde reside, el joven siempre declaró no saber qué ocurrió con sus familiares y apuntó contra la inseguridad que se vive en la provincia.
Gil Pereg, hijo de Pyrhia, vive en Mendoza desde el 2007 y es el responsable de al menos cinco empresas que la mujer creó en la provincia del oeste argentino. Quienes lo conocen de cerca e intentaron hacer negocios con él aseguraron a este diario que es un hombre "raro, descuidado, violento, que engaña y se mueve por las cuevas de dólares de la city mendocina". Además, tiene serios problemas de deudas, con casi 9 millones en cheques rechazados, según reportes del Banco Central.
Pyrhia y Lily arribaron a la provincia el viernes 11 por la mañana en diferentes vuelos, con dos horas de diferencia, y se hospedaron en un departamento del microcentro mendocino. El sábado fueron a la casa del joven, con quien pasaron todo el día, hasta que, según él asegura, las acompañó a tomarse el micro, cerca de calle Roca. Asimismo, dijo que el domingo tenían previsto reencontrarse, pero contó que no logró ubicarlas. Por eso, el lunes, hizo la denuncia correspondiente. Ahora, pasó de ser testigo al único imputado del doble crimen.
Fuente: La Nación