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Regionales

Huyó del país con una menor y los encontraron en Perú

La chica, de 15 años, se fue, aparentemente, por su propia voluntad con el extranjero, pero sin el permiso de los padres.

26/01/2019

"Lurín: Policía captura a sujeto acusado de secuestrar a adolescente Argentina". Con este título el diario Comercio de Lima, Perú, publicó ayer en su página web la información relacionada con la desaparición de una adolescente de 15 años en la ciudad de Salta. La menor estaba siendo buscada desde el 11 de diciembre pasado, cuando sus padres encontraron una carta en su habitación en la que les decía que abandonaría el hogar con rumbo desconocido.

La noticia trajo alivio a la desesperada familia cuando la División de Secuestros de la Policía Nacional del Perú (PNP) informó que la jovencita, identificada con las iniciales YC, fue localizada en una vivienda del distrito de Lurín, en Lima. Estaba junto a Braulio Ramírez, un hombre de 31 años con el que se fue de Salta aquel día.

A partir de la denuncia de los padres, la División de Prevención y Lucha contra la Trata de Personas de la Policía de Salta activó el protocolo establecido para estos casos. El trabajo fue articulado con la División Investigaciones Tecnológicas e Inteligencia Informática de la misma. En un principio la tarea se dificultó porque los progenitores manifestaron desconocer por qué motivo la menor había decidido abandonar el domicilio en el barrio Santa Rita. La única información que dieron fue que su hija había conocido a un amigo peruano en una iglesia evangélica de Villa Lavalle y que sospechaban que podría haberse escapado con este hombre.

"Los padres solo conocían el nombre de esta persona, pero merced al trabajo que articulamos logramos establecer la verdadera identidad del hombre", expresó al diario loca El Tribuno el jefe de la División Trata, comisario inspector Oscar Chocobar. Con este dato pudieron conocer que Ramírez ingresó al país el 11 de noviembre pasado a través de Bolivia y que lo hizo por el puesto de Migraciones de La Quiaca, en Jujuy. También se determinó que el incaico retornó por el mismo lugar y en la misma fecha que los padres de la adolescente denunciaron su desaparición.

"Las sospechas que teníamos se confirmaron días después cuando la menor se comunicó con la familia y les dijo que estaba en Bolivia con Ramírez", destacó Chocobar. El funcionario contó que con esta información solicitaron la colaboración de las fuerzas de seguridad del vecino país. Las autoridades migratorias no reportaron el ingreso de la jovencita, por lo se sospecha que cruzó la frontera por un paso clandestino

"Cuando agotamos esta vía la Justicia de Salta solicitó a Interpol la captura internacional de Ramírez, al tiempo que alertamos de la situación a la División de Secuestros de la Policía Nacional del Perú", indicó el funcionario. Para ese momento la Policía salteña ya había tomado conocimiento que la pareja se encontraba en la capital del país incaico

Fueron los efectivos de esta unidad especial los que el jueves a las 9.30 localizaron a Ramírez cuando caminaba solo por la vía pública en el distrito limeño de Lurín. El hombre se entregó sin ofrecer resistencia y condujo a los policías hasta su domicilio, donde encontraron a la adolescente salteña.

Los efectivos dijeron que Ramírez en ningún momento negó que la chica estaba con él, negó que la haya secuestrado y que los padres de ella estaban en pleno conocimiento de la relación que mantenían. Sin embargo sus dichos no guardan relación con lo manifestado por los progenitores, a quienes la menor no les dijo con quien se iba y mucho menos que se alejaría a otro país sin su autorización.

En buen estado

"Por lo que nos informaron los colegas de Perú la chica está en buen estado de salud", señaló el jefe de titular de la División Trata de la Policía de Salta. El comisario Chocobar subrayó que inmediatamente de conocer la noticia hablaron con los padres de la adolescente y que se dio intervención al equipo interdisciplinario del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) para que tomen cartas en el asunto.

Respecto a las posibilidades de que la menor haya sido víctima del delito de trata de personas, en un principio esa teoría estaría descartada. "Lo que nos dijeron desde Perú es que no habría nada relacionado con este tema, pero no podemos asegurar nada hasta que la menor no sea traída a Salta y cuente lo que pasó", indicó Chocobar.

Lo único que el funcionario aseguró es que Ramírez está detenido y que la chica quedó bajo la protección del Estado peruano. Explicó que la tarea de la unidad a su cargo culminó con el hallazgo de la chica y que los trámites para su retorno quedaron en manos del Ministerio Público y del Juzgado de Garantías en turno.

Las fuentes consultadas señalaron que ayer mismo la Justicia inició esas diligencias ante Cancillería Argentina. Lo que primero deberán resolver es el protocolo para el traslado de la adolescente a esta ciudad. Paralelamente a ello, seguramente, requerirán la extradición del ciudadano peruano. La causa hasta ahora está caratulada provisoriamente como "estupro", pero al estar involucrada una menor de edad, todo indica que Ramírez podría ser imputado por secuestro o rapto.

Según el reporte del diario Comercio de Lima, en su edición de ayer, al momento de ser detenido Ramírez (31) contó a los policías que mantenía una relación sentimental con la menor y que todos los días la chica se comunicaba con la madre. No obstante, su situación se puede complicar por el hecho de haberse trasladado a esta ciudad para llevarse a la menor a su país.

Lo conoció por internet

De la investigación realizada por la División Trata de Personas de la Policía de Salta, la adolescente conoció al peruano por internet, a través de la página de Facebook. Establecieron contacto a mediados del año pasado y a partir de ese momento el hombre, que doblaba en edad a la chica, le expresó su firme decisión de venir a visitarla.

Braulio Ramírez arribó a esta ciudad el 11 de noviembre y se encontraron en una iglesia evangélica de Villa Lavalle. La chica lo presentó a sus padres como un amigo. Lo que se cree es que el incaico convenció a la menor de que se escaparan a su país sin el conocimiento de los progenitores, y así lo hicieron un mes después. Ella dejó una escueta carta que decía: “Me voy, perdón”.

Fuente: El Tribuno de Salta