El equipo de rescatistas deberá excavar un túnel horizontal para alcanzar al pozo donde cayó el nene de dos años.
Tras varios imprevistos, este jueves terminaron los trabajos para entubar la galería vertical al túnel que se perforó paralelo al que se encuentra Julen, el nene de dos años que cayó hace once días en un pozo de más de 100 metros de profundidad en Totalán, España.
Así está previsto que en las próximas horas la Brigada de Salvamento Minero, que llegó la pasada semana a Totalán, comience el trabajo para llegar hasta el pequeño
En concreto, comenzarán a cavar unos cuatro metros en horizontal pero con una inclinación, a 72 de profundidad, para llegar hasta el pozo donde se encuentra el niño. Esta labor tiene un tiempo estimado de unas 24 horas, pero dependerá de las condiciones que encuentren.
El equipo de ocho mineros bajará de dos en dos en la cápsula diseñada para tal fin. Será un trabajo complicado, pero al que están acostumbrados. Estos especialistas, considerados un cuerpo de élite, comenzarán a cavar el acceso horizontal desde la ventana abierta en uno de los tubos, a la profundidad establecida, con palas y martillos neumáticos de aire comprimido. Irán con mascarillas, detectores de oxígeno y estarán en contacto con el operativo vía telefónica.
El martes, el exjefe de la brigada Santiago Suárez explicó que el equipo de ocho efectivos tendrá que trabajar, en turnos, de rodillas o tumbados. Bajarán en la cápsula fabricada para este rescate y a distancia del suelo "con el fin de dejarlo como caldera para que se lleve el escombro que van produciendo". A medida que avancen, irán sosteniendo el techo y los laterales mediante un sistema de posteo típico de la minería de carbón.
Este es el último paso de unos complicados trabajos, propios de una obra de ingeniería civil, que se realizan a contrarreloj desde el pasado 13 de enero, cuando el pequeño Julen cayó al pozo. Desde entonces el operativo ha venido trabajando sin descanso, mañana y noche, para rescatarlo.
Para ello, fue necesario mover más de 40.000 toneladas en pocos días lo que en condiciones normales hubiera tardado meses. Así, tuvo que perforar 60 metros en un pozo vertical paralelo al del pequeño, iniciado ya a una cota de -23 metros, en lo que se tardaron 55 horas. Además, han sido constantes las dificultades técnicas surgidas por la extrema dureza del terreno que han ralentizado las labores de rescate.