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Espectaculos

Ayelen Paleo: "Me casé en Las Vegas, pero fue de mentirita"

Después del escándalo por estar involucrada en la separación entre Carmen Barbieri y Santiago Bal, la bailarina se fue dos años lejos de todo "para seguir a mi novio". Y ahora regresó para darse un “gustito” sobre las tablas: es la primera vedette de la revista de Cocodrilo.

21/01/2019

Su última temporada la protagonizó hace dos años. Desde entonces, poco y nada se supo de Ayelén Paleo (27), una de las mujeres más exuberantes del teatro de revista. Y, para sorpresa de muchos, este verano la rubia, que se hizo conocida por estar involucrada en el escándalo de la separación de Carmen Barbieri y Santiago Bal, volvió a las tablas. Bailarina de raza, profesional sobre el escenario hace ocho años, es parte de Calle Corrientes, en el Teatro Olympia. Alejada de los escándalos –los que, quizá, sin querer queriendo la encuentren igual durante el verano–, la vedette, más sexy que nunca, comienza contando por qué se alejó de todo.
 
“Mi último verano de trabajo fue con Miguel Angel Cherutti y con Nito Artaza, también en Mardel. Hago temporada desde los 19 años en teatro de revista y anteriormente viajando con compañías de tango, y necesitaba tener un tiempo para mí, esa es la realidad. Quería disfrutar de otras cosas. Conocí a mi novio, con el que ya llevamos dos años juntos, y decidí acompañarlo en sus actividades por el mundo. El trabaja sobre el entrenamiento físico y lo seguí. Pero llegó un momento en que extrañaba a mi país, a mis afectos, y volví. Ahí fue cuando acepté la propuesta de Omar Suárez, capocómico y productor del espectáculo donde debuté a fines de diciembre”, reconoció.
 
–¿Llegó un momento en que te cansaste del mundo del espectáculo?
–Me había cansado un poco de todos los veranos tener que trabajar, necesitaba recargar energías. Quería probar lo que es vivir afuera. El salir a la calle o ir a tomar algo y que la gente no me mirara ni supiera de mi vida. Hoy por hoy, estoy más relajada con ese tema. La mirada u opinión del otro ya no me afecta ni me molesta.
 
–¿Extrañaste algo del ambiente?
–No, no. Yo no muero por la tele ni por el teatro. Me va muy bien con mi escuela de baile. Incluso, el año pasado tuve una propuesta de Lorena Liggi para hacer temporada y preferí irme a Punta del Este. Este año acepté porque quiero mucho a la familia Suárez. Y, claro, tal vez tenía un poco más de ganas de volver a la tablas y la propuesta me tentó.
 
–¿Qué hiciste durante todo este tiempo?
–Di clases de tango e hice shows en varios lugares de Estados Unidos. También hice el curso y ahora soy profesora de zumba. Aproveché y tomé clases de inglés y acompañé a mi novio en sus cosas.
 
–Y aprovechaste para afianzar tu noviazgo, ¿es verdad que te casaste en Las Vegas?
–Nooo, eso es mentira. Bah… fue un casamiento de mentirita. En realidad fue simbólico. Es algo que hicimos para divertirnos. Por ahora no está en nuestros planes casarnos, aunque sostengo que es algo que me gustaría, al igual que ser mamá.
 
–Sos muy Susanita, entonces…
–Me encantaría casarme y tener un hijo pero disfruto el hoy, por el momento. Hoy convivimos en una casa en Nordelta. Vivimos tranquilos, tampoco es que tenemos la gran vida.
 
–¿Te vas a quedar acá o cuando termine la temporada volvés a irte?
–La idea es ver las ganas que tenga en ese momento, cuando llegue marzo y bajemos el telón. Ahí vamos a decidir con mi novio qué hacemos.
 
–Durante tu tiempo alejada de la farándula y en el exterior, ¿te ponías al tanto de los chimentos?
–¿La verdad? ¡No me enteré de nada! Empecé a ver tele cuando quedé en que comenzaba teatro con Omar. El tiempo que tuve para ver algo, miraba series. No me importaba mucho lo que pasaba en el espectáculo. Me divierte más ver Instagram y estar con el celu. Hoy, para mí, la tele son las redes sociales.
 
–Una de las noticias es que Barbieri y Bal volvieron a trabajar juntos después de la separación y el paso de muchos años…
–No me interesa la vida de ellos.
 
–¿Qué pensarías si ellos volvieran a ser pareja?
–No sentiría ni pensaría nada. Que hagan lo que más los haga felices. Eso les deseo a ellos y a todas las personas que conozco. Yo hago mi trabajo en el teatro y listo. No me interesa que me relacionen más con Carmen. No me interesa, insisto con la palabra, su vida ni la de Santiago. Si me los tengo que cruzar, los cruzaré; por mí, ningún problema.
 
–Años atrás, el teatro de revista fue un lugar donde la mujer era cosificada, ¿alguna vez viviste un episodio que te haya hecho sentir incómoda?
–Siempre trabajé con personas que nunca me faltaron el respeto como mujer. Me parece bien lo que está pasando con la sociedad, que condena a las personas que abusan o faltan el respeto a las mujeres, ya que a veces la Justicia no toma cartas en el asunto.