La joven madre que fue acribillada por su expareja relató además a la fiscal lo ocurrido aquella noche de domingo, cuando Santiago Sosa arribó a su casa en el Bº San Fernando y la atacó a tiros.
Tras recibir el alta médica Luciana Fioretti arribó cerca del mediodía del lunes al Centro Judicial Banda donde fue citada por la Dra. Marta Elena Ovejero para escuchar su relato y responder algunas de las preguntas que la fiscalía tenía para hacerle.
Allí recreó lo sucedido aquella ncohe cuando Santiago Sosa, el padre de uno de sus hijos, arribó a su casa del barrio San Fernando, en La Banda y la atacó a tiros.
Manifestó que convivió 7 años con Sosa y confirmó que consumía marihuana y cocaína. "Cuando él llegó a mi casa y me midió con sus dedos dónde me iba a pegar los tiros, no creí en eso y por eso no hice la denuncia de ese hecho", reveló.
Sobre un incidente puntual, que desencadenó que ella pidiera ayuda en la policía dijo: "El día que se presentó fuera de mi profesorado -creo que era 29 o 30 de noviembre- llegué a mi casa y le conté lo que pasó a mi padrastro".
Afirmó que acompañada por la pareja de su madre -cerca de la una de la madrugada se dirigió hasta la policía. "Llovía recuerdo. Llegué a la Cómisaría del Menor y la Mujer y de la puerta me atendió una mujer policía. Era blanca con el pelo teñido de rubio. Le conté lo que me pasó y ella me preguntó si convivíamos. Le dije que no. Me miró para ver si tenía golpes y como no estaba lastimada me dijo que no les correspondía a ellos tomar la denuncia", ahondó.
"Me dijeron que vaya a la Seccional 13 que está sobre calle Yrigoyen. Cuando les dije dónde vivía, me respondieron que no les correspondía a ellos. Que tenía que ir a la 47". En esta última dependencia, según los dichos de la víctima ante la representante de la Unidad de Violencia de Género, sí le tomaron la denuncia.
"Les dije que quería hacer una denuncia, les comenté lo que pasaba, además de las amenazas de mi ex. Me pidieron que les muestre una foto y ellos lo reconocieron. Les comento lo sucedido en el profesorado y cuando les hice escuchar el audio de mi suegro, que me alertaba de cómo andaba Santiago, ahí decidieron tomarme la denuncia", sostuvo la víctima.
Según manifestó Luciana a la Dra. Ovejero, ella contó toda su situación a los policías y finalizado el acto firmó sin leer lo que habían escrito. "Cuando llegué a mi casa recién me di cuenta que no habían puesto todo lo que conté", sostuvo dejando entrever que los funcionarios aparentemente habían malinterpretado sus palabras. La joven madre aseguró que esa fue la única vez que fue a pedir ayuda a la policía.