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Cazó un ciervo de manera ilegal y se lo contó a un guardaparques

La mujer entabló conversación, en una app de citas, con un efectivo del Departamento de Conservación de Vida Salvaje de Oklahoma y contó todo.

08/01/2019

Como vigilante de caza ilegal del Departamento de Conservación de Vida Salvaje de Oklahoma, Cannon Harrison, está acostumbrado a investigaciones largas y tediosas para lograr dar con quienes se ocultan en áreas remotas, muchas veces de noche, para dispararle a los animales.

Realiza rastrillajes en pequeños aviones y revisa cámaras ocultas montadas en pequeños senderos que utilizan los cazadores.

Nunca imaginó lo que le pasó hace pocas semanas, en diciembre, poco después de comenzar a utilizar la app de citas Bumble.

Una noche, recibió un mensaje en su celular. Bumble había encontrado una posible pareja en su área.
Al rato ella lo contactó y le dijo: "Hola".
Él respondió en seguida.: "¿Qué tal? ¿En qué andas?"

Primero, Harrison pensó que se trataba de una broma. Si bien su perfil en Bumble no informaba cual era su trabajo, en el área rural de McInstosh County donde vive, una comunidad de unas 20 mil personas, mucha gente podía reconocerlo por su foto.

"Realmente, lo primero que pensé es que se trataba de alguien que me estaba haciendo una broma porque me conocía", dijo a The Washington Post.

"Parecía increíble para ser cierto". La temporada autorizada de caza de ciervos con rifle para los residentes de Oklahoma con licencia ya había concluido. Sólo la caza con ballesta está autorizada en esta época.

Harrison decidió averiguar más.

"¡Qué bueno! ¿Lo hiciste con una ballesta?", le preguntó.

"Mejor no hablemos de eso", respondió la mujer.

Harrison la consultó entonces si había hecho "spotlighting" (luminar con una fuerte luz los ojos del animal que se va a cazar para encandilarlo y dificultar su huida), una práctica que es condenada por muchos cazadores por "antideportiva".

-Síiiiii-, respondió la mujer.

Y le contó que luego le había disparado al ciervo.

-¿Tienes una foto?-, inquirió Harrison.

Y ella se la envió. Estaba junto al ciervo muerto, tomando sus cuernos. La conversación terminó.

Con el nombre y la foto de la mujer y su ubicación aproximada, Harrison la buscó en las redes sociales y logró localizarla. A la mañana siguiente, una patrulla de los vigilantes tocó a su puerta.

La mujer confesó todo: caza ilegal fuera de temporada.

Los oficiales decidieron no dar a conocer su nombre pero subieron a su Facebook la información del curioso hecho, junto a capturas de pantalla de la curiosa conversación a través de la app de citas.

"Sólo en Oklahoma una mujer se puede jactar de cazar un ciervo en una app de citas", escribió una comentarista.

"Creo que una cita con la justicia no es el tipo de cita que ella estaba buscando", bromeó otra.

La mujer acordó pagar una multa de 2.400 dólares y así se salvó de ser condenada a prisión.