El flamante funcionario regresa a la actividad pública.
Después de pasar casi cuatro meses con un bajísimo perfil, Gustavo Lopetegui que hasta ahora cumplía un rol como asesor, asumirá como secretario de Energía en reemplazo de Javier Iguacel.
El exvicejefe de Gabinete, que fue parte del tridente junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña, y Mario Quintana, que dominó la gestión durante los dos primeros años y medio, había quedado como asesor presidencial, pero en los papeles también reportaba y asistía al ministro coordinador. De hecho, pese a los cambios internos y la pérdida de poder siempre se mantuvo en el mismo despacho, en el primer piso de la Casa Rosada.
Lo cierto es que la renuncia de Quintana y el aislamiento voluntario de Lopetegui, en septiembre último, cambiaron la dinámica interna del Gobierno, que pasó de una estructura con dos controles, que hacían el seguimiento del día a día a los 21 integrantes del gabinete a que los ministros reportarán directamente al Presidente.
El poder de dúo que acompañó durante 34 meses a Peña y que se había transformado en "los ojos y la inteligencia" de Presidente se diluyó rápidamente, incluso varios de los ministros que antes les temían dejaron de atenderles el teléfono. Un síntoma de esa caída.
Antes de ingresar en el Gobierno, Lopetegui fue el creador de la cadena de minimercados de segundas marcas Eki Discount, tarea en la que tuvo colaboración de Quintana, su compañero de tareas en la Jefatura de Gabinete. Después desembarcó como gerente general de Lan Argentina. Y también tuvo una experiencia previa como ministro provincial. Fue en 2004, cuando el entonces gobernador Felipe Solá lo puso al frente del área de Producción bonaerense y también estuvo al frente del Banco Provincia.
Además de su capacidad y cercanía con Macri y Peña, otro punto fundamental para la llegada de Lopetegui a Energía fue su "buena" relación con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne . La falta de coordinación y sintonía entre el titular del Palacio de Hacienda e Iguacel fue determinante para su renuncia.
Contador Público y licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Argentina de la Empresa, con una maestría en Dirección de Empresas en la Universidad de Navarra, Lopetegui es un hombre de extremo perfil bajo. Si bien habló eventualmente con algunos medios de comunicación nunca dio una entrevista. Es un obsesivo de los números, uno de los rasgos que Macri más valora de su nuevo secretario de Energía.
Tanto es así que Lopetegui no dejará su lugar en la Casa Rosada. Lo suyo en Energía será un interinato hasta el final del mandato de Macri. Por eso mantendrá su despacho y continuará con sus tareas como asesor.