Se trata del desafío ganador del primer puesto del Rally de Innovación, sede UNSE, pensado por los chicos del grupo Fragmentados. También quedaron entre los mejores proyectos del país.
Llegamos al final del especial innovador de los talentos de Diario Panorama, y en este último capítulo presentaremos al proyecto más ambicioso, pero más sustentable: Low Energy.
El mismo obtuvo el primer lugar en la categoría Innovación del Rally Latinoamericano, en sede UNSE, 6º a nivel nacional, quedando entre los mejores proyectos del país, y fue diseñado por los chicos de Fragmentados.
Un equipo con cancha
Fragmentados está compuesto por Damian Tarquini (estudiante de Licenciatura en Sistemas), María Florencia Gomez Correa (estudiante de Ingeniería en Alimentos), Francisco Llanos (estudiante de Ingeniería Electromecánica), Camila Krupka (estudiante de CPN) y Juan Sebastián Paz (estudiante de Ingeniería Electromecánica).
Con algunas nuevas incorporaciones, el equipo ya participó anteriormente en esta competencia, por lo que ya conocían la metodología, y participar este año no fue una novedad. Sin embargo, el nuevo desafío los llevó a diseñar un proyecto innovador con consciencia ambiental, pensado para funcionar exclusivamente con energías renovables.
Low Energy, la solución sustentable para el consumo de energía
El proyecto de los chicos se presenta como solución al problema del consumo desmesurado de energía, el cual fomenta el cambio climático, causando consecuencias irremediables en el medio ambiente. Así, se trata básicamente de un paquete energético sustentable que incluye varios puntos de aplicación, siendo el principal los edificios públicos, ya que son los principales puntos donde más gente se concentra diariamente.
Para ellos se pensó en el uso eficiente de energía, con la necesidad de resguardar el futuro del planeta. ¿De qué manera? Modernizando los edificios existentes.
El paquete de modernización incluye equipamiento que aprovecha la energía eólica, con ventiladores para almacenar la energía por medio de paneles solares. También cuenta con un pozo canadiense geotérmico, que en términos claros, permite regular la temperatura de manera natural (en infierno, calienta el ambiente, y en verano, lo enfría).
¿Se puede aplicar en Santiago?
La respuesta es sí, aunque se necesitaría una importante y costosa inversión, ya que se habla de muchos artefactos y equipamientos de costos elevados. Sin embargo, a largo plazo, la relación entre el consumo y el costo hace que se amortice el gasto inicial, agregando el dato no menor de que en Santiago abunda el viento=energía eólica. En definitiva, sería una gran oportunidad de aprovechar energías sustentables, para ahorrar energía y cuidar al medio ambiente.
El título universitario como primera meta
“Claro que nos encantaría que el proyecto se realice, pero somos estudiantes, y todos tenemos como meta alcanzar el título universitario”, explica Damián, haciendo referencia a cómo ven el futuro de sus proyectos.
“Al terminar la competencia uno siempre queda con ganas de llevar a cabo el proyecto que pensaste, pero se necesitan inversores, y también terminar nuestras carreras, por supuesto”, agrega.
Todos los chicos del grupo tienen en mente a Low Energy en Santiago, todos quieren ser emprendedores el día de mañana, y una de las cosas que más destacan de la experiencia, al igual que los otros dos equipos anteriores, es el trabajo interdisciplinario.
“Al principio no quería participar del Rally”
Es el pensamiento de Camila y de Juan, dos estudiantes que participaron y al margen de haber ganado, recomiendan a todos los chicos ingresantes de todas las carreras, a que se sumen a la experiencia de participar en un Rally.
“No quería porque pensaba que no tenía los conocimientos para participar, porque no estudio alguna carrera sobre ingeniería. Pero después entendí que todo negocio tiene un poco de cada área, no sólo lo técnico, sino también lo económico, lo humano y lo sustentable; y principalmente, que no se necesitan tantos conocimientos como se piensa”, destacan.
“El líder” somos todos
Como en los otros grupos, siempre debe haber un líder en los papeles. En Fragmentados, Damián es el líder, aunque indica que en la realidad, llevar adelante el diseño del proyecto es tarea de todos, no sólo de uno.
“Estamos bastante consolidados, nos interesa este tipo de competencias, desde el área de vinculación de la universidad nos invitaron. Formar grupos con gente de otras carreras está bueno porque esos “choques” te hace aprender a trabajar con otras personas que piensan diferente”, relatan los chicos, destacando que “Trabajar de forma interdisciplinaria y aplicar la teoría en la práctica es el desafío más grande”.
Nota: Lourdes Suárez, Diario Panorama
Cámara y edición: Matías Leshman, Canal 7