El falso cura ejercía desde octubre de 2017 como párroco en la localidad de Medina Sidonia, en la provincia de Cádiz.
Durante 18 años impartió comuniones, escuchó confesiones, ofició matrimonios y realizó bautismos. Sin embargo, la Iglesia católica en España acaba de descubrir que el colombiano Miguel Ángel Ibarra ejercía como sacerdote sin haber sido ordenado.
El falso cura ejercía desde octubre de 2017 como párroco en la localidad de Medina Sidonia, en la provincia de Cádiz.
Según informó en un comunicado el Obispado de Cádiz y Ceuta, Ibarra viajó a España gracias a un acuerdo firmado con el Arzobispo de la arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia, Colombia, donde había estado asignado con anterioridad.
Fue justamente de allí de dónde salieron las pistas que llevaron a desenmascararle.
Ibarra había ejercido durante años como párroco en varias diócesis en Colombia.
Allí se produjo una denuncia en su contra y, tras una investigación, la Arquidiócesis colombiana descubrió que los documentos que acreditaban su condición de sacerdote habían sido falsificados y que, en realidad, él nunca había sido ordenado.
Tras ser notificada sobre lo ocurrido, la diócesis de Cádiz y Ceuta ordenó que Ibarra fuera cesado en sus funciones.
"El supuesto sacerdote tendrá que responder, en los próximos días, ante la Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia donde ha sido requerido", señala el comunicado.
Pero, ¿qué ocurrirá con los matrimonios y demás sacramentos que Ibarra impartió durante casi 20 años?
De acuerdo con las autoridades eclesiásticas, los matrimonios y los bautizos seguirán siendo válidos pero no las comuniones ni las confesiones que escuchó.
"La diócesis de Cádiz y Ceuta trabaja ya en la investigación correspondiente y la reparación de las consecuencias que haya podido acarrear la actuación de esta persona", indica el texto.
Esta no es la primera vez que un hombre se hace pasar falsamente como sacerdote.
En 2008, un hombre que no había sido ordenado fue descubierto escuchando confesiones en la basílica de San Pedro, en el Vaticano.
El individuo vestía como un sacerdote pero cuando las autoridades italianas revisaron su documentación, descubrieron que se trataba de un impostor.