Una de las víctimas salvó su vida, el otro fue hallado muerto en la pieza que ocupaba en la propiedad en la que trabajaba.
Un alemán, dueño de campos en el paraje salteño Palomitas, fue detenido en las últimas horas en esa provincia, acusado de haber envenenado a un empleado suyo con el cual mantenía conflictos laborales, informaron fuentes judiciales.
Theobart Harmut, de 46 años, quedó detenido y a disposición de la Fiscalía Penal 4 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Salta, a cargo de Ramiro Ramos Ossorio.
Harmut fue acusado de haber envenenado a su empleado Ramón Ignacio Casas, de 56 años, cuyo cadáver fue hallado en avanzado estado de descomposición en la habitación que ocupaba en una finca perteneciente a su patrón, en ese paraje ubicado a unos 60 kilómetros de Salta Capital.
El propio Harmut fue quien llamó a la policía para denunciar que había encontrado el cadáver de su empleado y le dijo a los investigadores que le parecía que había consumido alguna sustancia tóxica, ya que había encontrado una botella con un líquido sobre la mesa.
El resultado preliminar de la autopsia reveló que la muerte de Casas ocurrió por un paro cardiorrespiratorio por intoxicación con veneno -pesticida-, elemento tóxico que resultó coincidente con el contenido de la botella y el plato que fueron secuestrados en la mesa del fallecido.
A estos elementos, Ramos Ossorio sumó la declaración de familiares de la víctima, quienes en forma coincidente dijeron que Casas trabajaba hace varios años para Hartmut, en el cuidado de la hacienda, y que mantenían malas relaciones laborales desde hace algún tiempo, debido a que no le pagaba lo que le correspondía y le propinaba malos tratos.
Incluso, los hijos del fallecido relataron que su padre los reunió y les manifestó que su patrón lo seguía y que cualquier cosa que le sucediera sería su culpa.
Una de las hijas de Casas dijo que su padre le confesó que había radicado una denuncia ante la AFIP contra su empleador, hecho que fue verificado por los investigadores, que secuestraron la documentación que acreditaba la denuncia.
El fiscal consideró en la acusación los conflictos laborales que mantenían el acusado y la víctima, y que Harmurt era quien le proporcionaba la mercadería con la que Casas se alimentaba.
Al momento de su detención y de la audiencia de imputación el productor se abstuvo de formular declaraciones, indicaron los voceros.
No fue el único caso
Harmut tenía problemas también con Benito Soraire (53), otro peón que -al igual que Casas- cobraba un salario mensual de 5.000 pesos, de lo que su patrón le descontaba la comida. Soraire también fue envenenado, tres días después de Casas, aunque se salvó porque ni bien probó un bocado empezó a vomitar.
Como detalla Clarín, en el primer episodio también murieron cuatro perros que saborearon la misma carne. Y dos perros en el segundo. No sólo eso, dos zorros y cuatro caranchos que se alimentaron de los cadáveres de los animales corrieron la misma suerte.