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Espectaculos

Tamara Bella: "Antes de ser modelo quería ser monja"

Sin abundar en detalles, la rubia confiesa que no hay vuelta con Matías Ale porque hay un muchacho que la tiene enamorada. La relación es muy reciente, pero marcha sobre rieles: "No cuento nada para no quemarlo. Siempre que adelanté algo, terminó mal".

24/12/2018

Día a día demuestra que es mucho más que una cara bonita. Una diosa que sube peldaños para encontrar su lugar en el medio y no pasar desapercibida. Silbando bajito, sin confrontar ni entrar en conflictos como para dar el salto sin las escalas lógicas como suele pasar, Tamara Bella (28) disfruta de su gran momento profesional. La modelo y actriz está incursionando en la pantalla chica como panelista de Todas las tardes, en Canal 9. Si bien ya tiene experiencia en el medio, vive este presente con mucha felicidad. “Sinceramente el equipo de trabajo es excelente, es un lugar en donde te súper cuidan. Maju es muy generosa y el resto de mis compañeros también. Desde los 13 años que hago tele, pero nunca había sido en un canal de aire. Es una experiencia maravillosa”.
 
–A la par estás haciendo teatro…
–Lo del teatro viene genial. Estamos con El hombre ideal, esta obra maravillosa que estrenamos ya, ya: el viernes 7 de diciembre, en el Auditorio Losada. El elenco es maravilloso, están Belén Francese, Valeria Degenaro, Paula Cabrero, Micaela Colman. El autor y director es Cacho Cuevas, con producción de Roberto Valerstein.
 
–¿La obra sigue en el verano?
–Vamos a ver, porque Belén tiene otra propuesta, yo también tengo otras propuestas teatrales.
 
–¿Sentís que estás en tu mejor momento?
–Siento que siempre estoy en mi mejor momento desde hace diez años, desde que tengo a mi hija. Pero si te referís a lo laboral, siento que atravieso uno de los mejores momentos, es verdad. Amo lo que hago y de verdad soy feliz con todos mis compañeros. Tanto en el programa como en el teatro.
 
–Cambiaste de look, y dicen que en la mujer un cambio tan rotundo viene acompañado de otro cambio…
–Sí, de castaño y largo pasé a corto y rubio. Puede ser que necesitara un cambio. Además, me empezó a servir a nivel laboral, porque me llamaron para una peli argentina de la que todavía no puedo dar detalles, no me preguntes. Así que estoy muy contenta. Ahora me acostumbré al pelo corto, y es muchísimo más cómodo y práctico, por eso me lo voy a dejar así.
 
–¿El noviazgo con Matías Alé terminó definitivamente?
–Con Matías se terminó en octubre del año pasado. ¡Ya hace más de un año! ¡Cómo pasa el tiempo! Tuvimos idas y vueltas, ya está. Pero nuestro vínculo de amistad sigue por sobre todas las cosas. Trabajamos juntos, nos queremos mucho y siempre le voy a desear lo mejor. De verdad, es una persona muy importante para mí, más allá de que ya no seamos pareja.
 
–¿Qué tiene Matías Alé que todas mueren por él?
–No sé qué tiene Matías que vuelve locas a todas… yo te puedo hablar por lo que viví con él. A mí me conquistó por su simpleza. Porque es igual detrás y delante de la pantalla, no tiene doble discurso. Es generoso, buena persona y excelente compañero.
 
–¿Tenés ganas de volver a enamorarte?
–Estoy muy bien desde hace tres meses. Sólo eso voy a decir. Fin.
 
–¿No vas a decir más nada?
–Que estoy bien, conociendo a alguien, pero nada más. Hay alguien, pero a lo que voy es que no somos novios, estamos en la etapa de conocernos… ya se van a enterar en Paparazzi.
 
–¿Necesitás estar de novia o cómo te llevás con ese estado?
–La realidad, no es algo que me preocupe. Siempre estoy a pleno, estando sola o acompañada. Porque, como siempre digo, no estoy sola, estoy conmigo y con mi hija. Estuve mucho sola y estuve de 10. No soy de las que necesitan un soporte, como una pareja, para sostenerse. Me sostengo sola con mi hija, que es muy motor, y el resto es adorno. Aunque debo reconocer que hace tres meses, como te dije, estoy formando un lindo equipo.
 
–Sos blanco de muchos piropos y hasta de obscenidades, ¿cómo te llevás con esto?
–Me gustan los piropos, me gusta que me elogien. ¿A quién no? Por ejemplo, me elogian mucho la cola y de una manera guarra, y mucha gracia no me hace. Pero tampoco lo considero acoso. No soy de las que van diciendo por la vida: “Me miró, es acoso”. Naaah, al contrario. Me gusta que me digan cosas lindas. En ese sentido no soy nada feminista.