El policía dijo que desapareció su pistola 9 mm y el cargador con seis proyectiles. La Justicia investiga el hecho.
La Justicia investiga el robo que sufrió un funcionario de 25 años, de apellido Chapa, quien se desempeña en la Dirección de Drogas Peligrosas. El agente, domiciliado en el barrio Reconquista, se presentó en la Comisaría 3ª el jueves por la noche. Ante sus colegas, Chapa señaló que había descubierto que su arma reglamentaria había desaparecido de su mochila en la que la guardaba.
De acuerdo a lo informado por las fuentes, el agente relató que durante la jornada del martes trabajó desde las 7 hasta las 19, cuando regresó a su domicilio. Posteriormente, continuó afirmando que durante la jornada del miércoles se ausentó de su vivienda entre las 9 y las 12.30 y que al ingresar a su domicilio divisó en su habitación que su mochila, en la que guardaba su arma y que habitualmente la dejaba en su ropero, estaba semi abierta. Rápidamente decidió controlar sus pertenencias,y advirtió el faltante de su pistola 9 mm con el cargador que contenía 6 proyectiles. Le consultó a una joven con la que estaba conviviendo, pero ésta manifestó que había llegado momentos antes y que no observó a nadie ingresar hacia esa habitación donde guardaba su arma.
Los progenitores de Chapa tampoco se encontraban en el domicilio y se habían retirado con anterioridad. El joven policía se trasladó de inmediato hasta la casa de su hermano en el barrio Virgen de Guadalupe, pero éste también le negó vinculación alguna con el hecho ilícito.
Como última alternativa, Chapa les consultó a sus compañeros de la dependencia policial en la que se desempeña, pero recibió la misma respuesta. El fiscal de turno dispuso que se realicen las averiguaciones correspondientes para tratar de establecer cómo sucedieron los hechos y dar con el ladrón del arma de fuego.