Cuando empezó a no sentir la boca, se puso en contacto con la esteticista por FaceTime para mostrarle lo que le había pasado.
Las fiestas de bótox se han puesto de moda, pero no son nada seguras. Inyectarse en el salón de casa en un entorno no esterilizado, ni con el material adecuado puede resultar terrible para la salud y Rachael Knappier es ejemplo de ello.
Esta mujer de Leicestershire se dejó inyectar bótox por una esteticista en casa de una amiga, durante una fiesta.
Según ella "gritó de dolor" después de que le pusieran el tratamiento y horas después se le hincharon tanto los labios que llegaban a tocarle la nariz.
Rachael Knappier’s lips tripled in size after she got fillers from a beautician at a botox party.
— ITV News Central (@ITVCentral) 6 de diciembre de 2018
She’s now warning others about the dangers of getting cosmetic treatments from non-medical professionals.
Read about Rachael’s story in full: https://t.co/9JrKEKnTBi pic.twitter.com/QLzIXarLVq
Cuando empezó a no sentir la boca, se puso en contacto con la esteticista por FaceTime para mostrarle lo que le había pasado. La profesional le dijo que se pusiera una bolsa de hielo y que se tomara un antihistamínico, pero sus labios seguían creciendo.
Cuando fue al hospital, los médicos explicaron a Knappier que los medicamentos no iban a disolver el relleno de los labios, por lo que al final, la mujer tuvo que acudir a una consulta privada de Londres donde le quitaron el relleno. 72 horas después sus labios recuperaron su tamaño natural.
Ofertas de Facebook
Un caso similar sufrió Billie Roocroft, de 23 años, que se rellenó los labios en su propia casa por 120 libras y terminó también con la boca hinchada.
Se animó a hacerlo por una oferta especial que vio a través de Facebook y después de hacerse el tratamiento hasta su hija tenía miedo de sus "gigantescos labios".
Mum ‘Left With Ballooned Lips After £120 Lip Filler Treatment In Her Home https://t.co/xzGDQKARZD pic.twitter.com/LemzCOjtrx
— Xquisite360.com (@xquisite360) 7 de diciembre de 2018
La compañía de cosméticos no quiso reconocer que el hinchazón de Roocroft se debía al bótox, alegando que sería alguna alergia a la crema anestésica que la mujer no había tenido en cuenta. Sin embargo, Roocroft aseguró que ya había usado ese tipo de productos anestésicos y nunca la había ocurrido algo parecido.
Billie afirmó que sus labios se llegaron a pelar y que tuvo que recurrir a una clínica privada para que le devolvieran a sus labios el tamaño normal.