La vedette aseguró que lo está pasando mal y reveló que le inició un juicio por alimentos a su ex, Matías Defederico.
Las separaciones son difíciles, sobre todo si hay hijos de por medio. Pero lo que viene después de la separación no es menos complicado. Después de siete años y tres hijas en común, la vedette Cinthia Fernández (30) y el futbolista Matías Defederico (29) se divorciaron. Llantos, enojos y entrevistas en tevé sumaron al ruido mediático que hizo la separación.
Y una vez que la calma parece haber vuelto a sus vidas, la panelista de Involucrados estalló en la tele. “Tuve que iniciar un juicio por alimentos porque la estoy pasando mal. Es muy difícil.”, dijo muy conmovida, en el programa que conduce Mariano Iúdica. “Pero lo tengo que hacer porque somos los dos padres, yo cumplo con mi parte de madre y lo único que estoy pidiendo legalmente es que él cumpla con su parte de padre y con la cuota. El me estaba pasando una plata y ahora me pasa menos del mínimo de lo que me tiene que pasar”, agregó llorando al referirse al padre de Charis, Bella y Francesca, quien actualmente juega en el Apollon Smyrnis, de Grecia.
“El juicio de alimentos no nos sirve a ninguna de las dos partes, es todo súper prolongado y, mientras tanto, la que la pasa mal y la que no llega fin de mes soy yo… Cuando termine uno de los dos trabajos, pienso: ‘¿Qué hago?’”, sumó. “Me angustia la falta de tiempo. Yo no estoy acostumbrada a estar tanto tiempo sin mis nenas. Yo sé que todas las mamás laburan y llegan cansadas, pero yo ayer no vi a mis hijas y no estoy acostumbrada a eso”, agregó. “Ellas ya tienen una falta por el padre y no quiero que les falte la madre, pero no queda otra, porque si yo no falto no tienen el mismo nivel de vida que siempre tuvieron… Eso es lo que más me duele, la falta de tiempo… Sólo quiero que les dé a las nenas lo que corresponda. No quiero que nadie me mantenga, los gustos míos me los doy yo”, cerró.