El hecho ocurrió en una fiesta universitaria en el Borderline Bar and Grill de Thousand Oaks, a unos 50 kilómetros de Los Ángeles. Testigos aseguran que un sujeto arrojó granadas de humo y abrió fuego con un arma semiautomática.
Un tiroteo en un bar de un suburbio de Los Angeles dejó al menos 12 muertos y múltiples heridos, informaron las autoridades, que hallaron sin vida al autor de la matanza.
"No hay indicios de terrorismo, pero investigaremos esa posibilidad. Creemos que fue planeado y no espontáneo", declaró el sheriff Geoff Dean. Por ahora, el tirador no ha sido identificado y se cree que actuó sin otros cómplices.
El hecho ocurrió en el local Borderline Bar and Grill de Thousand Oaks, a unos cincuenta kilómetros de Los Ángeles (California). En el bar se celebraba un evento universitario de música y había más de 100 jóvenes en el lugar cuando un sujeto abrió fuego ante la multitud.
El tirador, del que aún no se tiene una descripción precisa, disparó al menos dos rondas con una pistola semiautomática, agregaron jóvenes en declaraciones a medios locales. Varios coincidieron en señalar que era alto y estaba totalmente vestido de negro. Fue hallado muerto con una herida de bala, pero no se confirmó quién realizó el disparo.
Un testigo dijo a la filial local de la cadena ABC que vio a un sospechoso, con barba y sombrero, lanzar una granada de humo y atacar a un vigilante de seguridad, antes de disparar indiscriminadamente.
Otros sobrevivientes narraron que escaparon del lugar rompiendo las ventanas. "No podías ver nada (por las bombas de humo), solo escuchábamos los tiros", narró una joven, en aparente estado de shock. Cerca de 15 personas estaban siendo tratadas en hospitales cercanos.
El sargento Ron Helus, con 29 años de servicio y planes para retirarse en el 2019, fue el primer oficial en llegar al lugar y recibió varios impactos de bala. Fue retirado de la línea de fuego por un compañero, pero falleció cuando estaba siendo trasladado a un hospital. "Murió como un héroe", indicó el sheriff, visiblemente afectado por la noticia.
Nillie Wong, una joven que celebraba su cumpleaños en el lugar, indicó que estuvo hasta dos horas en el lugar hasta poder huir de la escena, ayudada por un policía. "Escuché varios disparos, muy rápido", declaró a los medios locales. Numerosos jóvenes continuaban en el lugar para conocer la situación de sus amigos con los que habían estado celebrando.
Varios testigos se retiraron del lugar con manchas de sangre en su ropa, perteneciente a otros jóvenes que fueron heridos en el tiroteo.
Varios asistentes confirmaron que el bar estaba con la capacidad al límite, como suele ocurrir los miércoles por los eventos universitarios. La fiesta había sido promocionada en redes sociales.
Según el registro de la organización Gun Violence Archice, se trata del tiroteo 307 del año en Estados Unidos.