La policía de Tulsa, en Oklahoma, Estados Unidos, acaba de revelar el video de una de las escenas policiales más curiosas que le tocó vivir.
Un patrullero detuvo a una mujer a las 12.20 de la madrugada del 30 de marzo último mientras conducía un automóvil que había sido denunciado como robado la Avenida South Memorial Drive.
La mujer fue identificada como Angie Frost, de 36 años. Bajó del vehículo, fue esposada y la sentaron en el asiento del acompañante del patrullero mientras los policías le hacían algunas preguntas e inspeccionaban el auto robado.
De pronto, cuando los agentes ya terminaban su tarea y conversaban a un costado antes de trasladar a la detenida, la mujer hace una veloz maniobra y se pasa al asiento del conductor. Un policía trata de abrir la puerta pero está trabada. La detenida arranca el patrullero y sale conduciendo a toda velocidad, con las esposas puestas.
Los policías, tras un momento de incredulidad sobre lo que está sucediendo, corren a subirse a un segundo patrullero y comienzan la persecución, a la que se suman otras unidades.
La joven se detuvo a poca distancia, en el Studio 6 motel , donde se bajó del patrullero y comenzó a correr. La policía logró recapturarla enseguida.
En mayo, Frost se declaró culpable de cuatro cargos, incluyendo el robo del auto de un amigo, resistencia a la autoridad y el robo del patrullero policial y fue sentenciada a tres años de prisión que ya está cumpliendo.