Además, sostiene que ya está preparada para dar ese paso. Admite que toda su vida vivió con una coraza, pero que esa barrera ya no existe.
Elegante, sensual, divertida, con una belleza que traspasa la pantalla y un humor que quienes la conocen destacan. Por todo esto, Rocío Marengo (38) es una de las mujeres más deseadas del país. La rubia arranca suspiros al pasar y seduce con la mirada. Sin embargo, en cuestiones del corazón parece no dar con el hombre indicado. En lo laboral, la vida le sonríe, pero a ella le falta algo. No logra dar con su media naranja. Con ese hombre que la haga palpitar de amor y le devuelva las ganas de confiar y entregarse a los brazos de esa persona. “Hace mucho que estoy sola, ¿por qué será? Hace tanto tiempo que no tengo novio que no sé qué tipo de novio existe. Lo pienso y así, como te digo la frase, también te digo tiempo al tiempo”.
–¿Por qué creés que te cuesta dar con el hombre indicado?
–Estoy convencida de que antes era yo la que no podía estar en pareja. Si me ponía de novia, a la primera de cambio terminaba todo, siempre fue así. A tal punto que lo trabajé en terapia, y hoy sí estoy preparada para apostar al amor y a una relación.
–Al principio de año estabas conociendo a alguien, dijiste que no es conocido…
–Sí, pero quedó en eso nada más, en conocernos. De todas maneras yo disfruto de todas las etapas de la vida, de una relación… me gusta dejarme sorprender. Ya llegará el hombre de mi vida, la persona que me haga feliz, con la que voy a formar la familia que siempre soñé.
–Hoy se habla mucho de poliamor, ¿aceptarías una relación así?
–¡Ni loca! Respeto a los que lo practican, porque cada uno encuentra felicidad y plenitud como quiere, pero no es mi caso. A la hora de amar yo pido y doy exclusividad.
–Se te relacionó con Pico Mónaco, incluso aparecieron fotos juntos.
–A Pico lo conocí este año y me sorprendió lo amoroso que es. Nos cruzamos seguido en Kuarzo y tengo la mejor con él, pero nada más. Si lo veo lo saludo, o si se da de tomar algo, sólo queda en eso. No inventen romances donde no los hay.
–Si no hay novio, ¿valen los amigos con derechos?
–Mmm, bueno, eso sólo sería con los chicos que me gustan y que intento algo más que sólo ser amigos con derechos. Siempre, en toda relación, creyendo y apostando a que funcione, por eso se conceden derechos. No me gustan las cosas pasajeras y apresuradas. Me quitan energías, y a esta altura no quiero eso.
–En lo laboral estás muy bien, en El Trece, en La tribuna de Guido…
–Estoy muy feliz con mi presente. En el programa de Guido me divierto y lo disfruto mucho. Es un programa sano, para la familia, muy humano. Estoy con la sensibilidad a flor de piel y las historias de los participantes, la música en vivo, estar rodeada de tanta buena gente me hace estar en carne viva. De Guido aprendo mucho, es una persona que me enseña mucho y es mi referente.
–¿A qué se debe esa sensibilidad?
–Pasa que el cariño que me brindan en el programa, la gente tan cálida, rompió mi coraza y quedé en carne viva. Soy otra persona, y es algo lindo lo que me está pasando, me gusta estar sensible y emocionarme así. O sea que te lo estoy contando como algo lindo, no como algo triste. El conectarse con la gente… todo lo que se vive es muy intenso y te llega al corazón.
–¿Ser mamá es una cuenta pendiente?
–Sí, pero primero quiero enamorarme y después ser mamá. No me quiero apurar y saltear etapas tan sólo por ganas. Llegado el caso hay muchas formas de ser mamá…
–¿Alquilarías un vientre?
–No, esa opción no está en mis planes.