El hijo del humorista "El Negro" Olmedo es una de las víctimas olvidadas en el accidente que protagonizó el cantante en el 2000 y que le costó la vida a ambos. En una entrevista, su hermano revela cuál fue el último diálogo de Fernando y Rodrigo minutos antes de morir.
—Rodrigo, no está la traba para engancharlo, y a mí no me gustar andar en auto sin cinturón de seguridad.
—Fer, debe haber quedado abajo de los asientos: tendría que desarmar toda la camioneta para ponerlo. Pero quedate tranquilo que cuando llegamos al lugar del show le pido a mi gente que los levante y te acomoden el cinturón.
Javier Olmedo, uno de los hijos del inolvidable Negro Olmedo, sabe perfectamente cómo fue el diálogo entre su hermano mayor Fernando y El Potro Rodrigo Bueno, minutos antes del accidente en la Autopista Buenos Aires – La Plata que le costó la vida a ambos.
Para Javier, hay un único responsable por la muerte de su hermano. Y no le tiembla la voz al decirlo. "Quise saber absolutamente todo lo que pasó esa noche porque perdí a mi hermano por culpa de Rodrigo. Me resultaba simpático hasta que su impericia y su falta de respeto mataron a Fernando", asegura el productor musical en una entrevista exclusiva con Teleshow.
El viaje en la camioneta
El Negro Olmedo tuvo seis hijos, pero conoció a cinco porque el menor, Albertito (29), de su amor con Nancy Herrera, nació cuando el humorista ya había muerto. Fernando (que hoy tendría 58 años), Marcelo (56) y Mariano (54) fueron fruto de la relación del humorista rosarino con Judith Jaroslavsky, mientras que Javier (50) y Sabrina (46) son hijos de Tita Russ.
Según explica su hermano Javier, a Fernando "no le gustaba andar en auto y no hacía una cuadra sin cinturón de seguridad". Por eso, el expreso pedido que le hizo al cantante cuartetero en aquella noche del viernes 23 junio de 2000, en la que coincidieron por casualidad en El Corralón, y Rodrigo lo invitó a ver un recital en City Bell.
Según el relato que Javier obtuvo gracias al testimonio del productor artístico y amigo del Potro, Jorge Pablo Moreno -que viajaba en la camioneta y sobrevivió al accidente-, cuando terminó el show, Olmedo le volvió a reclamar al cantante que no tenía la traba para sujetar el cinturón de seguridad.
"Tranquilo, Fer… Vamos despacio. No pasa nada", intentó tranquilizarlo Rodrigo minutos antes de volcar con su camioneta Ford Explorer luego de que otro auto lo encerrara sobre la autopista.
"Nunca llegaron…", lamenta Javier, que también le adjudica responsabilidad al empresario Alfredo Pesquera, quien iba al volante del otro vehículo involucrado: "Si ese hijo de p… hubiera avisado que hubo un accidente, mi hermano estaría vivo".
Después del choque, Fernando Olmedo agonizó 45 minutos: la ambulancia se demoró y no logró sobrevivir. "Si alguien le hubiese puesto un torniquete en la pierna que se le cortó, estaría vivo", continúa Javier, aclarando que habla desde su punto de vista, y no en representación de sus hermanos: "Hubo falta de eficacia de los servicios de emergencia".
Frente a una muerte absurda, la incredulidad
—Poné el noticiero que están diciendo que murió uno de tus hermanos en un accidente con Rodrigo Bueno.
—No puede ser porque ninguno de nosotros lo conoce a Rodrigo. Debe haber sido una información equivocada. O habrá sido otro chico que tiene el mismo apellido, pero que no tiene nada que ver con nosotros.
Javier estaba durmiendo cuando una amiga lo despertó a la madrugada del sábado 24 de junio para contarle lo que había visto en las noticias. Como ningún integrante de su familia tenía vínculo alguno con el cuartetero, estaba seguro de que sus hermanos no habían quedado involucrados en ese accidente.
"Pero no: era Fer…", vuelve a lamentarse Javier. En aquel entonces, Fernando tenía tenía 40 años y odiaba circular en auto. Sin embargo terminó aceptando la invitación de Rodrigo, a quien admiraba, y se subió a la camioneta para experimentar cómo era el detrás de escena de sus shows. "Fer salía de Capital Federal en barco o avión y siempre se ponía el cinturón de seguridad. Esa noche se lo pidió dos veces (al Potro), por eso mi enojo con este muchacho", insiste su hermano.
Cada 24 de junio, en un nuevo aniversario de la muerte de Fernando Olmedo, Javier no cumple con ningún rito en particular. "No lo necesito porque yo a mis muertos los llevo conmigo a todos lados y están conmigo permanentemente. Fer, mi viejo… todos los amigos que partieron, están siempre presentes y dando vueltas con nosotros".
También advierte que en ese entonces no iniciaron acciones legales contra la familia de Rodrigo "porque el único culpable era él, y murió en el accidente". "Tampoco es que lo haya hecho apropósito, pero su impericia y su falta de respeto hicieron que mi hermano muriera. De haber tenido puesto el cinturón, Fernando estaría vivo…".
El Potro, lo mejor del amor
Con respecto a la película que se estrenó hace dos semanas sobre la vida del cantante cordobés, protagonizada por Rodrigo Romero, el tercer hijo de Alberto Olmedo sostiene que "es un negocio". Por eso, no lo afecta si aparece o no la figura de su hermano.
Conmovido por las distintas situaciones a los que lo enfrentó la vida (la muerte de su padre cuando tenía 20, y la de su hermano a los 32), Javier cuenta que tiene "un ángel en el cielo": una hija suya murió a los dos meses. Hoy vive con su otra hija, de 12 años, y mantiene un vínculo cercano con "una hija del corazón", a la que crió hasta sus 15 años.
"Ella (por su hija adolescente) sabe todo y habla de Fer como si estuviera vivo. Conoce la historia y cómo murió, pero no está al tanto de la interna y de todo lo que yo averigüé después del accidente", revela. Y recuerda cómo fue la charla que tuvo con ella, cuando le preguntó por su tío: "Yo sé todo, mi amor, pero todavía no te lo voy a contar porque sos chica y la realidad es fea".