El actor le dio detalles a Caras sobre cómo es su presente tras el capítulo más difícil de su vida.
Fueron muchos los golpes que debió superar Matías Alé (41) tras los problemas de salud que lo afectaron desde noviembre de 2015, cuando tuvo un primer brote psicótico tras el cual sufrió una recaída 8 meses después. Luego de haber superado el capítulo más difícil de su vida, el actor contó cómo sigue su tratamiento, su presente viviendo solo y que tan importante es la compañía de una mujer en la actualidad.
"Yo me siento como el Ave Fénix que resurgió de sus cenizas. Nunca bajé los brazos. Y mi vieja... (hace una pausa, se emociona). Mi vieja se puso la Diez en la espalda, me sacó a flote con todo su amor y su voluntad. Mis amigos que venían a verme en los horarios de visita me hacían el aguante y me ayudaban a aprender el libreto de la obra de teatro que iba a hacer cuando salía. Recuerdo esas charlas, mi imagen internado rodeado de mis afectos a la hora de visita. Ellos me dieron fuerzas y de a poco fui saliendo", contó Alé en diálogo con la revista Caras.
Consultado acerca de cómo cuida su salud tras los episodios que vivió, Matías explicó: "No voy al psicólogo, voy a mi psiquiatra, que me controla y me da una medicación para que pueda dormir mejor. No tomo otra cosa más que esa pastilla que me permite dormir bien, las ocho o diez horas que necesita mi cuerpo para sentirse pleno. Cuando me despierto, me pongo a entrenar y así comienza mi día".
Además, reconoció que enamorarse no está en sus planes: "La verdad que no, no me me imagino a alguien durmiendo conmigo. Quiero toda la cama para mí. No tengo la energía para salir de caravana o ir atrás de una mujer, tengo la energía muy puesta en mí. En estar tranquilo, disfrutar de una buena charla, una rica comida con amigos, trabajar. En este momento no hay espacio para una mujer en mi vida. Suena increíble que diga esto, pero este soy yo".
"Amo la tranquilidad en la que vivo, no sólo la que me da este departamento, sino la tranquilidad interior que tengo, antes vivía a 200 por hora. Hoy dejé la moto, manejo a 80 y me duermo solo, sin ninguna mina y con la compañía de un buen libro. Eso me basta y me sobra", cerró Matías Alé, a corazón abierto.