Los denunciantes contaron que el acoso para conseguir favores sexuales por parte del jefe comunal de Río Grande no solo era en persona sino también por teléfono. Las capturas de WhatsApp.
Gustavo Melella, intendente de Río Grande, una de las localidades más importante de Tierra del Fuego, fue denunciado por acoso sexual y abuso de poder por tres obreros de la construcción a quienes el funcionario les había prometido trabajos que finalmente no les terminó abonado en su totalidad.
La maniobra habría consistido en que la Municipalidad les pagara los viáticos para llegar a la provincia, los hospedara y les facilitara los trámites para convertirse en monotributistas y así acceder a un empleo. Luego, a la hora de ofrecerles el trabajo, el intendente los invitaba a su casa o a su despacho en la Municipalidad para pedirles favores sexuales.
Los denunciantes dijeron que esto ocurre hace varios años pero que nadie se animaba a sacar a la luz por miedo a represalias. Melella se refirió a la situación y aseguró que es "una campaña sucia" que enmarcó de las elecciones del próximo año para las que aspira a ser candidato a gobernador. Además, adelantó que se pondrá "a disposición de la Justicia".
El abuso no era solamente en persona. El intendente se encargaba de tomar contacto con los hombres que buscaban un trabajo a través de WhatsApp -audios y mensajes-, o directamente los llamaba. Si bien las capturas y las notas de voz aún no son parte de la causa - porque el juez Raúl Sahade hasta el momento no ordenó secuestrar y peritar los teléfonos involucrados-, Infobae accedió en exclusiva a una serie de audios enviado por el funcionario.
Por ejemplo, en el primero de esos mensajes grabados, se puede apreciar el interés del jefe comunal por cada detalle del "circuito" que debían seguir los trabajadores atraídos por la promesa de un posible trabajo.
"Hola papi uno. Hablé hace un rato. Están en Gallegos porque ya la frontera cierra no iban a poder cruzar toda la frontera y la barcaza. Así que llegarán mañana. Yo después te voy a decir en qué empresa los recomendé. Por ahí van a tener que esperar tres, cuatro días para empezar. Ya igual estoy pensando en otra cosa que les podemos hacer para que vayan laburando".
En los otros, más explícitos, directamente consulta a su interlocutor: "Eso me dijo, que eran cuatro papá. ¿Y cuántos son los que me van a coger?". Y continúa la secuencia: "¿Qué edad tienen, papi, sabes?"
"¿Y cuáles son los que seguro me van a coger, papi? ¿Te dijeron?", se lo escucha insistir, para luego mencionar la futura ayuda que podría darles a cambio de favores sexuales: "Vos tenés que decirles que para que estén mejor esos dos me tienen que dar".
De los últimos dos audios se desprende que Melella llegó a realizar pagos a estas personas para que compraran materiales o se asentaran durante sus primeros días antes de conseguirles un trabajo: "Papi, ¿sabes qué? Por ahí te va a convenir ir al banco y retirar la plata. Porque a las tres cierra. Por cajero no vas a poder retirar todo".
Otro revela la discrecionalidad con la que disponía la contratación de trabajos y empleados por cuenta del municipio, con la intervención de Ayelén Barboza, contadora de la intendencia de Río Grande : "Amigo, Ayelén le contesta porque yo le dije la otra vez. Pero ahora mismo yo la llamo y le digo que le dé de baja. Total si ellos no tienen ni factura ni contrato ni nada. Así que no van a tener ese trabajo, se lo voy a dar yo a otra persona conocida que lo contrate a tu amigo y al otro que viene. Y listo".