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Khabib venció a McGregor por sumisión y todo terminó en una batalla campal

En su vuelta al octágono, el irlandés se vio sometido por el ruso, que luego de ganar se fue contra el equipo de McGregor. ¡Mirá!

06/10/2018

No fue un regreso feliz para Conor McGregor a la UFC. Quiso recuperar su trono y se encontró con un competidor voraz, que lo dominó de principio a fin. Después de 23 meses fuera de los octágonos, el peleador irlandés, quien tuvo una experiencia en el boxeo ante Floyd Mayweather, perdió ante el campeón ruso Khabib Nurmagomedov por sumisión en el cuarto asalto y la pelea terminó en escándalo.

Desde el comienzo, el peleador ruso recurrió al estilo que mejor le sienta y se dedicó a presionar constantemente a la estrella irlandesa. Khabib se montó encima de McGregor para desgastarlo, controlarlo con facilidad y llevarse el primer asalto con comodidad, sin dejar que el irlandés se ponga de pie. 'The Notorius' siempre estuvo incómodo y no fue capaz de zafarse del ruso.

El segundo asalto tuvo un comienzo brutal, con Nurmagomedov impactando el rostro de Conor, haciéndolo tambalear, y con un intercambio de golpes muy interesante. Pero luego, Khabib volvió a apostar por llevar la pelea al suelo y machar salvajemente a un irlandés que terminó con un corte importante en su ojo izquierdo. Todo indicaba que el campeón ruso iba camino a defender su corona.

Como el campeón ruso falló algunos derribos en el tercer asalto, se dio un round más parejo. No obstante, el desgaste de McGregor era evidente, la lucha cuerpo a cuerpo estaba acabando lentamente con sus energías. Y el final llegó en el cuarto asalto, cuando Khabib Nurmagomedov logró tomar a Conor por la espalda y cruzarle el brazo por el cuello. El campeón ruso retuvo el título de campeón de peso ligero con un 'Mata León' que provocó el tapeó del irlandés.

Nurmagomedov retuvo el cinturón al someter a McGregor y le puso el broche de oro a una pelea que terminó de forma escandalosa, ya que el ruso comenzó a discutir con una persona vinculada al irlandés y se desató una batalla campal abajo del octágono. Los peleadores acabaron yéndose por separado y el fallo de la pelea se anunció con ellos en los vestuarios. Un final deplorable en medio de las expectativas por ver a McGregor de nuevo en los más alto de la UFC.