El pequeño de dos años había ayudado a su mamá a triturar papeles de su trabajo, encontró el sobre con dinero y pensó que podría darle otra mano a su madre.
Domingo. Leo Belnap estaba aburrido en su casa de Salt Lake City. Esto, de acuerdo a algunos pedagogos, es bueno. Permite a los niños desarrollar aún más su imaginación. Y el niño de dos años, vaya que hizo honor a la teoría del aburrimiento y la creatividad.
Pero ese día, sus padres Ben y Jackee Belnap notaron que algo faltaba en su casa. Buscaban y buscaban y no lograban encontrar un sobre con 1.060 dólares en su interior. Misterio absoluto para tratarse de un objeto inanimado.
Comenzaron a hurgar en toda la vivienda. Debajo de los sillones. Dentro de los roperos. En las camas. En cajas de zapatos. En los baños. ¿Dónde podría haber ido ese sobre? Dieron vuelta la casa y nada.
Mientras Ben buscaba en la basura, siente un grito desde el otro lado de la vivienda que dice: "¡Lo encontré!". Era la voz de su esposa, Jackee. Estaba en la trituradora. En miles y miles de pedazos.
So me and my wife had been saving up to pay for our @Utah_Football tickets in cash. We pulled our money out yesterday to pay my mom for the season... Well we couldn’t find the envelope until my wife checked the shredder. Yup. 2 year old shredded $1,060. pic.twitter.com/93R9BWAVDE
— BB (@Benbelnap) 2 de octubre de 2018
De inmediato, las sospechas sólo apuntaban a una única persona: Leo. Quien consiguió ese domingo cómo combatir el aburrimiento con el sobre con dólares de sus padres. El pequeño de dos años había estado ayudando a su madre a triturar papeles de su trabajo y quizás creyó que si trituraba lo que había encontrado, también estaría contribuyendo con las labores de su mamá, de acuerdo a The Washington Post.
Al principio, Jackee lloró. Pero luego, sin más remedio que aceptar la realidad, comenzó a reírse a carcajadas. Contagiando al resto. "Tan devastados y compungidos como estábamos, éste era uno de esos momentos en que sólo te pones a reír", recordó la mujer.
El dinero había sido ahorrado por la pareja para poder comprar tickets para ver a su equipo de los sueños, la University of Utah Football Club.
Pero además, pronto recordaron que todo tiene solución. Desde luego que ellos no serían quienes se colocarían frente a cada pieza de dólar para recomponerla. Recordaron que existe un servicio oficial, público y gratuito que da solución a este tipo de "accidentes".
La Oficina de Grabado e Impresión de los Estados Unidos tiene una División de Monedas Mutiladas que recibe miles de requerimientos al año para que restituya dólares que fueron rotos, comidos por ratas, manchados con algún químico, estropeados por niños… En total, por año, este departamento del Tesoro recompone unos 30 millones de dólares a la comunidad. Los Belnap tenían una salida.
Los 1.060 dólares en trozos de la familia fueron enviados a la oficina donde un comité de expertos los analizarán para luego devolverlos sanos y salvos (y nuevos). Ahora enviarán el monto en bolsas herméticas.
Eso sí, el proceso no es automático. La devolución podría tardar entre seis meses y tres años.