El vehículo, modelo 2010 color gris, tiene poco más de 22 mil kilómetros y es uno de los pocos de ese modelo que se vendieron en la Argentina.
"Yo no manejo el rating, manejo un Rolls Royce", dijo Ricardo Fort en televisión, mostrando así su adoración por la marca británica. Es que entre tantos autos que tenía, el Phantom estaba entre uno de los favoritos del chocolatero.
A casi cinco años de su muerte, su familia decidió vender el auto, incluso la concesionaria que tiene a cargo la transacción lo publicó en internet, aunque sin precio.
El vehículo, modelo 2010 color gris, tiene poco más de 22 mil kilómetros y es uno de los pocos de ese modelo que se vendieron en la Argentina.
Consultado por sus seguidores en las redes sociales, Felipe explicó los motivos que llevaron a la familia a querer vender el lujoso coche: "El auto estuvo parado cinco años, fue liberado por la Justicia y Marta y yo tenemos 14 años, falta mucho para poder usarlo y encima pagamos patente, ¿vos que preferirías hacer?".
El adolescente además explicó que, antes de que el auto se deteriore por la falta de uso, prefiere venderlo. Es que además, el Rolls Royce paga alrededor de quince mil pesos mensuales de patente.
Sin embargo, Felipe dijo que sí querría usar en el futuro otro de los autos de su papá: un Mercedes Benz SLK: "Tiene 300 kilómetros, nuevo. Pasa lo mismo, aunque me gustaría quedármelo".
Fanático de los autos, Ricardo también tenía un Rolls Roys convertible, un Mercedes Benz Coupé CLK blanca; otra cuopé Mercedes rojo, un Mercedes C 200 y un Lamborghini Gallardo, entre otros modelos.