Los Tu-95 estaban escoltados por dos cazas Su-35 y participaban de los ejercicios militares "Vostok 2018". Fueron enfrentados por dos F-22 Raptor sobre aguas internacionales.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos identificó e interceptó el martes a dos bombarderos rusos con capacidad nuclear, escoltados por dos cazas de última generación, cerca del estado Alaska.
Como suele suceder en estos episodios, la aviación rusa nunca ingresó en el espacio aéreo de Estados Unidos o de Canadá y se limitó a sobrevolar la frontera, confirmó el miércoles el Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica (NORAD, en inglés).
La agencia precisó que los cazas Sukhoi Su-35 "Super Flanker" y los bombarderos Tupolev Tu-95 "Bear" fueron interceptados "al oeste de Alaska continental" por dos cazas Lockheed Martin F-22 "Raptor" de la fuerza aérea estadounidense a las 22:00 (02:00 GMT del miércoles), sin dar una ubicación más precisa.
Es la segunda vez este mes que un par de bombarderos nucleares rusos vuelan cerca del territorio de Alaska.
La interceptación se da en el contexto del inicio el martes de los mayores ejercicios militares ruso desde 1981, unas maniobras denominadas "Vostok 2018", en las que también participan China y Mongolia.
Precisamente este jueves se realizaron maniobras en la región de Buriatia, donde se ubica el lago Baikal, en el corazón de Siberia.
Al respecto el Ministerio de Defensa de Rusia confirmó el operativo por parte de los dos T-95 y su escolta de dos Su-35 en "aguas neutrales de los mares de Barents y de Siberia Oriental, el océano Ártico y el mar de Chukotka", este último justo en el límite con Alaska.
Además, las autoridades rusas reportaron el lanzamiento de misiles de crucero por parte de los T-95 contra blancos dentro de Rusia, como parte de un ejercicio.
Los "Vostok 2018" se prolongarán hasta el lunes de la próxima semana y constituyen los ejercicios militares más grandes de la historia de Rusia, superando al récord de hombres y equipo movilizados en 1981 por la Unión Soviética.
La exhibición de fuerza coincide con las crecientes tensiones entre Rusia y Occidente, cuyas relaciones pasan por su peor momento en décadas.
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, en las maniobras participan cerca de 300.000 militares, más de un millar de aeronaves, entre aviones, helicópteros y drones, decenas de buques y hasta 36.000 carros de combate y otros vehículos blindados.
Rusia ha asegurado que los ejercicios tienen carácter rutinario, corresponden con la doctrina militar y defensiva de ese país y no suponen amenaza alguna para otras naciones.