La diputada fue una de las más críticas a la gestión de Ricardo Lorenzetti al frente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La diputada de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, celebró la renuncia de Ricardo Lorenzetti a la presidencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, cargó en el que será reemplazado por Carlos Rosenkrantz. “Ganamos", dijo en diálogo con Clarín.
"Ganamos ─repitió─ terminó la corrupción en la Corte”, lanzó la diputada en un breve diálogo telefónico, minutos después de confirmada la noticia.
“¡Es una maravilla!”, agregó la líder de la Coalición Cívica, quien fue a lo largo de una década la mayor denunciante pública del ahora ex titular de la Corte Suprema de Justicia.
Luego, en diálogo con canales de TV desde la Bolsa de Cereales, fue lacónica, pero contundente. “Gracias a Dios por lo que ocurrió. Lo vengo denunciando desde hace 10 años, terminó la impunidad y la extorsión, esto un milagro”, dijo.
Abogado de Rafaela, Santa Fe, fue designado en el cuerpo por Néstor Kirchner el 7 de noviembre de 2006 y asumió en el cargo el 1 de enero de 2007, en el último año del santacruceño en el poder.
Historia de denuncias
Desde hace una década, Carrió viene cargando sin cesar contra el juez de la Corte. En varias oportunidades, presentó un pedido de juicio político en el Congreso de la Nación contra él por "mal desempeño, violación de los deberes éticos y la probable comisión de delitos".
Además, son varias las veces que fue a Tribunales a presentarle denuncias junto a Paula Oliveto y su equipo de abogados: enriquecimiento ilícito, desmanejos de fondos, pasando por una SIDE paralela, hasta una presentada días atrás sobre supuestas irregularidades en la Morgue Judicial.
Quizás una de las más resonantes fue la de un "pacto espurio" entre Cristina Fernández de Kirchner y el titular de la Corte Suprema. “Lorenzetti celebró un pacto espurio, miente y tengo pruebas”, dijo entonces, en abril de 2013, cuando se debatían cambios en la Justicia.
"Cristina y Lorenzetti pactaron cajas, siempre lo sospeché, el señor presidente de la Corte vive en Puerto Madero como el vicepresidente (Amado Boudou) y se reúnen en el restaurant Y", lanzó.
Las continuas acusaciones hicieron que Lorenzetti apelara a un contraataque judicial. Le envió una carta documento al considerar que, con sus acusaciones, había traspasado todos los límites. "No participaré de esta suerte de guerra política", sostuvo.
"Redoblar la apuesta"
Más allá de eso, Lilita nunca dejó de cargar contra el jefe de la Corte. Ni siquiera cuando su salud le jugó una mala pasada. Cuentan quienes la visitaban a diario en Exaltación de la Cruz cuando tuvo que recluirse por cuestiones médicas y descansar tras el doble by pass al que se sometió, que ni siquiera entonces dejó de pensar en Lorenzetti.
“Si no hacemos algo para cambiar la corporación judicial, todo habrá sido en vano”, le decía a sus íntimos que la visitaban. En esos encuentros, la líder de Cambiemos era clara. “Hay que redoblar la apuesta, siempre”.
En aquel entonces, esa apuesta fue pedirle a los miembros de la Corte sus declaraciones juradas. La diputada pedía que sean de acceso público para todos los ciudadanos, como las de los funcionarios, y que los supremos entregaran todas, desde el año de su asunción en adelante.
Otra apuesta fue ratificar el pedido de juicio político y hasta vincular al juez con la causa Fútbol para todos, en una demanda que no prosperó en Tribunales pero sí generó muchísimo ruido mediático.
"Es oxígeno para la Justicia, verlos perder el poder es algo único", resumió a Clarín uno de los "Lilitos" que más batalló junto a Carrió en el escenario de la Corte Suprema. "Aunque Lorenzetti siga en la Corte, ya no maneja la caja", expresó.
Para Carrió, que empezó el día haciéndose los rulos en una "peluquería móvil" en su auto yendo a la Bolsa de cereales, el festejo sera doble porque la Fundación Konex la distinguirá por su trayectoria legislativa.