Un competidor chino finalizaba el Ironman de Lake Placid, en Estados Unidos, y quiso festejar su logro, pero el resultado fue horrible.
Una dolorosa imagen fue la que dejjó el Ironman de Lake Placid, donde un atleta chino se llevó el peor final al festejar por anticipado. La dura aventura que propone la competencia que compone la combinación de natación, ciclismo y maratón arrojó el desenlace menos deseado para uno de sus protagonistas.
Después de 13 horas y media de actividad, en donde el sacrificio evitó el abandono, un competidor quiso celebrar su travesía antes de cruzar la meta, pero su alocado festejo le dejó una grave lesión en su tobillo y sus rivales lo superaron a centímetros del cierre.
En el salto eufórico el asiático perdió el equilibrio y cayó sobre su torcido tobillo izquierdo. A pesar de la sonrisa con la que intentó disimular su dolor, el atleta tuvo que ser asistido por el cuerpo médico de la organización antes de quedarse con la medalla que certifica la culminación de la aventura. Sin embargo, su mala fortuna lo llevó a clasificarse varios puestos más abajo del que podría haber terminado.