La corte de Edimburgo, en Escocia, consideró que causó "daño físico y psicológico" a las mujeres. Había logrado el cambio de sexo en su documento.
El español Carlos Delacruz nació mujer pero de niño comenzó a vestirse y tener apariencia física de un hombre. A los 16 años se cambió su nombre por Carlos y a los 25 logró modificar el género en su documento.
En los últimos años se mudó a Escocia, donde mantuvo noviazgos con diferentes mujeres a las que no revelaba su condición de transgénero.
Carlos no tenía pene. En el momento del sexo, se encargaba de que la habitación estuviese a oscuras y penetraba a sus parejas con violencia con una prótesis de piel y sangre. Durante mucho tiempo, ellas nunca percibieron que el objeto era falso. Pero las cosas terminaron mal, con denuncia judicial incluida.
Una de ellas, que salió con Carlos entre mayo de 2013 y enero de 2016, se lamentaba por no quedar embarazada. Carlos sugería que debía ser su culpa.
La segunda mujer contó que mantenían siempre sexo a oscuras y que sufrió "gran dolor durante la penetración" hasta que llegó a pedirle a Delacruz que se detuviera porque la estaba haciendo sangrar.
La relación terminó en mayo de 2017 y la mujer se enteró del secreto de Delacruz al mes siguiente.
Ambas víctimas -cuyo nombre fue preservado en los tribunales- dieron su testimonio en la última semana ante la Corte de Edimburgo.
El caso fue la comidilla de los programas de noticias en Escocia. La fiscal Kirsten Cockburn contó cómo Carlos mantuvo engañadas a las mujeres y se cuidaba de cubrir siempre su cuerpo desnudo con una camiseta larga y boxers durante los momentos de intimidad.
Este martes, el Sheriff Stirling, el juez del tribunal, condenó a Delacruz, de 35 años, a 3 años de prisión y una orden de distancia perimetral de 5 años sobre sus víctimas. Además, la Corte ordenó incluir su nombre en el registro de abusadores sexuales. Stirling consideró en su fallo que Delacruz había causado "daño físico y psicológico" a sus ex parejas.