La cantante sigue recuperándose después del gran susto y quiere ordenar sus propiedades.
Demi Lovato está dispuesta a dejar atrás todo aquello que tenga que ver con el tremendo episodio que vivió a finales de julio, cuando sufrió una sobredosis del poderoso opiáceo fentanilo, la misma droga que mató a Prince. Y ahora, dio un paso bien firme: puso a la venta la mansión de Los Ángeles que fue el escenario de aquel drama, según confirmó la revista People.
"Su casa está a la venta. Se está recuperando y olvidando el pasado", dijo una fuente cercana a la estrella, que pide 9.45 millones de dólares por la propiedad ubicada en Hollywood Hills.
¿Qué encontrarán los posibles candidatos? Unos 500 metros cuadrados repartidos entre cuatro dormitorios y seis baños, una cocina tipo gourmet, con mesadas de mármol e isla. Vistas sin obstrucciones de la ciudad "desde el centro hasta el Océano Pacífico", y espacios al aire libre que cuentan con un área de parrilla, piscina infinita, y un mirador, ubicado en un sendero escénico.
Lovato compró la casa en septiembre de 2016 por 8.3 millones de dólares y rápidamente se vio plagada de problemas. En enero de 2017, la casa corrió riesgo de deslizarse por la ladera de una montaña después de que las tormentas amenazaran el terreno. Un alud de lodo se precipitó en su entrada y puso en peligro la ladera. Sin embargo, documentos del Departamento de Construcción y Seguridad de Los Ángeles determinaron en julio que el problema con la ladera había sido corregido.
Demi no volvió a la propiedad desde el día de la sobredosis. En estos días permanece internada en un centro de rehabilitación, aislada de todo contacto.
Hace algunas semanas se supo qué es lo que consumió la cantante que derivó en el cuadro casi fatal. Brandon Johnson, el supuesto dealer de Lovato, contó que le vendió pastillas que "eran más fuertes de lo normal" ya que "no eran de farmacia".